Un terrible Halloween [Pt.1]

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...

Debido a que Elena se encontraba algo débil por haber muerto recientemente, no tenía la fuerza necesaria para viajar mediante la Aparición, tampoco utilizar su forma animaga para volar hasta la casa de su amiga.

Entonces tomaron la moto mágica que la bruja le había regalado a Sirius, se subió atrás de él abrazándolo por la cintura, arrancando para después elevarse en los aires.

---¿Cómo sabremos a dónde ir?--- preguntó el pelinegro, pero esta pregunta se respondió sola cuando el collar de la bruja con el dije de hipogrifo y su brazalete con dije de perro comenzaron a quemarles.

El collar se desprendió del cuello de la bruja y voló justo enfrente de ellos, actuando como si fuera una flecha que les indicara la dirección correcta al refugio secreto de Lily y James, mientras que la pulsera en la muñeca de Sirius movía su mano para dirigir la moto.

A pesar de que corrían a 200 kilómetros por hora, sentía que hasta un caracol recién levantado iba más rápido que ellos.

Y al fin el collar de Elena descendió hacia una de las casas, siendo seguido por la moto.

Rápidamente se bajaron del vehículo, la bruja tomó su collar suspendido en el aire, Sirius corrió a la casa.

Elena volteó a ver una figura entre los árboles, cuyo rostro reconoció en seguida a pesar de las lágrimas que había en el: Era Severus.

El mago se convirtió en humo negro para su sorpresa y se fue volando sin mirarla.

Preocupada entró corriendo a la casa detrás de Sirius, con quien casi tropieza, pues el mago se había arrodillado en medio del pasillo.

A su lado yacía James, cuya camisa se encontraba casi completamente llena de sangre por el área del torso, donde Sirius ejercía presión para tapar la herida.

---Ay, no--- soltó Elena, hincándose junto a Sirius, tomando la mano de James para comprobar su pulso mientras sentía que las lágrimas invadían sus ojos, imaginando lo peor ---Quédate con nosotros James, quédate con nosotros.

---¿Jo?...--- habló para su sorpresa el pelinegro, abriendo los ojos como si despertara de una larga siesta.

---Aquí estoy, C-J--- le dijo a su amigo, quitándose su bata de pijama para colocársela como almohada.

---¿Ya... estoy... muerto?--- preguntó con dificultad debido a la herida en su pecho que le causaba dolor.

---Sé que parezco un ángel, pero no exageres--- bromeó limpiando la lágrima que se escurrió por su mejilla ---Estoy bien, C-J, regresé--- su amigo sonrió apretando la mano de su amiga con la poca fuerza que tenía.

---Creí que... Te había... Perdido, Jo--- Elena negó sonriéndole.

---¿En serio creíste que te liberarías de mí tan fácilmente?--- preguntó mientras invocaba su patronus para enviarle un mensaje a Dumbledore urgente sobre el estado de su amigo.

---Era muy... bueno para... ser verdad--- dijo él, siguiendo su juego.

---¿Qué te sucedió, Cornamenta?--- le preguntó Sirius, tratando de sanar sus heridas con un hechizo, sin efecto alguno.

---Lily... Harry... y yo... estábamos en la sala... cuando vimos... a una sombra... acercándose--- relató con una mueca de dolor en el rostro ---Le dije a Lily... que se econdiera... en el cuarto con... Harry.

Guardó silencio un rato, haciendo la pausa para recuperar el aire que había perdido al hablar.

---Cuando subió.... Voldemort entró.... junto con una serpiente... enorme--- relató ---Más larga que esa bufanda... que usamos en Hogwarts--- les recordó riendo, tosiendo sangre al hacerlo ---Uy, creo que eso... no es buena señal.

Historia Mi felicidad y mi tristeza (Pt.2) (Continuación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora