Historia Mi felicidad y mi tristeza (Pt.2) (Continuación)

La piedra filosofal

...

Las cuatro brujas llegaron al fin a Francia, instalándose en la casa de los Brown donde Elena les invitó a quedarse.

Estando acostada sobre la cama que solía ser de ella, suspiró pesadamente.

--Se podría decir que no han tenido un buen día-- adivinó Marlene mientras desempacaba sus cambios de ropa.

Yaxley prosiguió a contarle a sus amigas lo que había sucedido, con una enorme mueca en el rostro.

--No creerán verdaderamente que Remus es el culpable ¿O sí?-- soltó Alice.

--Por supuesto que no-- respondió Elena --Es sólo que Sirius está actuando como un total idiota porque sabe que Remus sigue guardando cierto cariño hacia mí.

--¿Y por qué se lo dijiste si sabías cómo reaccionaría?-- la cuestionó McKinnon.

--Porque él creía que se comportaba así por que era él el mortífago infiltrado en la Orden, pensé que si disipaba esa estúpida duda con la verdadera razón, dejaría de creer eso. Pero tal parece que ocasionó todo lo contrario, ya que de todos modos lo acusa de ser un mortífago.

--¡Al fin llegas! Creí que te habías perdido-- exclamó Alice cuando vio a Lily entrar al cuarto de Elena con una bolsa de compras en mano.

--Bueno, resulta que no sé leer carteles en francés y tuve que entrar a tres establecimientos distintos antes de llegar donde quería. Y tal parece que los parisinos no son el mejor ejemplo de huéspedes cordiales.

--¿Les hablaste en inglés?-- Potter asintió con obviedad, pues era el único idioma que manejaba --No te lo tomes personal, así somos con todos, nunca entendí por qué.

--¿Qué conseguiste?-- las tres se apresuraron a rodear a la pelinegra, curiosas por el contenido de la caja.

--Un poco de sushi, Nuggets de pollo, ensalada césar...

--Ugh-- soltó Marlene ante la mención de esta última.

--Debes de comer tus vegetales, señorita.

--Suenas como mi mamá-- se burló por lo bajo, sacando de la bolsa una caja de Nuggets.

--Hablando de eso...

Lily hundió su mano en la bolsa, sacando una pequeña caja rectangular de cartón, cuyas indicaciones y presentaciones estaban en francés.

Aunque por el dibujo, las brujas entendieron sin problema de lo que se trataba.

--¿¡Una prueba de embarazo!?-- exclamaron mirando sorprendidas a la pelirroja.

--Lily ¿Estás...?

--No lo sé, quería intentar saberlo con una prueba muggle.

--¿Por eso insististe en ir en mi lugar a comprar las cosas?-- ella asintió.

--Culpable-- Marlene continuó indagando en la bolsa, sacando tres cajas más.

--¿Y por qué compraste tantas?-- Lily dejó la bolsa en la cama, con la caja de la prueba de embarazo en mano y las mejillas sonrojadas.

--Pensé que... Si sale negativa... No me sentiría tan mal si las de ustedes también... Ya saben, apoyo moral y eso... Al menos que alguna de ustedes esté embarazada, lo cual sería genial-- sus amigas negaron.

--No que yo sepa-- contestaron ellas.

--Bien, entonces pueden hacerla conmigo... Sé que suena estúpido y entenderé si no quieren hacerlo...

--Cuenta conmigo-- se apresuró a decir Alice.

--Supongo que no pierdo nada-- respondió Marlene.