James, Elena, Sirius y Remus.

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Noviembre, 1979.


Una tarde, los merodeadores y Lily se juntaron en la casa de Black y Yaxley, pues Navidad se acercaba y decidieron comenzar a decorar con luces navideñas, nochebuenas, copos de nieve mágicos que no se derretían, entre muchas otras cosas.

Clero que las luces fueron el adorno que más les gustó a las mellizas, pues (además de querer comérselas) les encantaba ponerlas alrededor de los cuernos de la forma animaga de James.

---Tesoro, te había dicho ya que no te transformaras en ciervo dentro de la casa--- lo regañó Lily ---Tus pezuñas dañarán el piso de Elena.

---¿Ciervo? Si parece un reno--- se burló la susodicha, tomando la canasta de esferas rotas (gracias a James), sin dejar de mirar la bola roja que Sirius había puesto en su hocico, simulando ser una nariz ---Tendrás que reparar el piso luego.

---El piso es lo de menos, es el hedor lo que me preocupa--- bromeó Peter.

Cornamenta en respuesta le dio un empujón con la parte trasera de su cuerpo, haciéndolo caer casi sobre el gato, provocando tiernas carcajadas en las bebés sentadas en su lomo (sostenidas por su padre y Remus) cuando este salió corriendo despavorido.

Elena también rió, para después irse en compañía de Lily a la cocina, donde las galletas se estaban horneado.

---¿Cómo va todo con el pequeño Harry?--- preguntó la bruja mientras tiraba los fragmentos de las esferas a la basura.

---Muy bien, sé que es pronto pero James y yo hemos empezado a decorar su cuarto--- dijo, colocando sus manos en su vientre, que aún no se notaba.

---Conociéndote, has comprado incluso la ropa--- bromeó, Lily levantó las manos, riendo, sin tratar de ocultar su culpabilidad.

---También, he pensado, bueno, James y yo hemos pensado acerca de sus posibles padrinos--- prosiguió, captando la completa atención de su amiga, quien la observó dirigirse al horno y abrirlo para sacar las galletas ---Y pensábamos que quizá, no sé, si no les causa problemas a ustedes...

---¡Espera!--- exclamó Elena, pero fue tarde, Lily ya había tocado la bandeja caliente sin su guante.

---¡Caracoles!--- "maldijo" observando su enrojecida mano ---Tengo que bajar mi cabeza de las nubes--- se quejó, mientras la castaña avanzaba rápidamente hacia ella.

---Uy Lily, esto va a dejar marca--- le advirtió, pero la pelirroja sólo veía las galletas tiradas en el suelo, que llegaron ahí cuando Potter se vio obligada a soltar la bandeja.

---Oh no, Sirius, Remus, Peter y yo trabajamos duro en ellas.

---Tan siquiera no estaban adornadas--- dijo para restarle importancia, resguardando la mano de su amiga entre las suyas, mirándola fijamente ---Y sí, sí queremos ser padrinos de Harry--- respondió a su pregunta no formulada, provocándole una sonrisa.

---Iré por el ungüento mágico, no tardo...

---Elena--- la llamó Lily antes de que saliera de la cocina.

---¿Sí?--- preguntó dando media vuelta para mirar a su amiga, quien le mostró su mano quemada, ahora curada.

---Eso es raro--- afirmó, acercándose a ella, tomando de nuevo su mano entre las suyas.

---¿No crees que tiene algo que ver con lo que nos contaste? La piedra filosofal y tus poderes de Rapunzel.

---No, yo... Jasper tuvo que tener contacto con mi sangre para curar su herida--- le explicó ---Es imposible que... Aunque...

Historia Mi felicidad y mi tristeza (Pt.2) (Continuación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora