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- Despierta señorita- una azafata me mueve un poco el brazo para despertarme. Abro los ojos y me encuentro en mi asiento en el avión.- Ya hemos llegado. Desabróchese el cinturón y baje del avión- asiento y ella se va a despertar a otros pasajeros.

Estoy esperando en las cintas donde salen las maletas. Empiezan a salir unas cuantas y visualizo las mías, voy a cogerlas y de repente me choco con alguien.

- Estás bien?- me pregunta un chico de tez morena, delgado y bastante guapo.

- Si si, no pasa nada...- me estrecha la mano para que me levante y me ayuda a levantarme.

- Pablo, me llamo Pablo- dice con una sonrisa preciosa.

- Olaya. Y ahora si me disculpas tengo que irme, un placer conocerte- pillo las maletas y le dedico una sonrisa antes de irme.

Salgo del aeropuerto y cojo un taxi que me lleva hasta mi nueva casa. Conduce tranquilamente sobre las calles de Barcelona, y observo que esta ciudad no tiene ni punto de comparación con mi Murcia. Y aún sigo dándole vueltas al "choque" que he tenido en el aeropuerto con ese chico con acento andaluz. Y su sonrisa, vaya perdición.

[...]

- Señorita ya hemos llegado- dice el taxista sacándome de mis pensamientos. Miro hacia la ventana y me quedo con la boca abierta. Mis padres han comprado un casoplón en uno de los barrios más caros de toda Barcelona, repletos de famosos y todo ese rollo. Pago al taxista y pillo las maletas del maletero de aquel Toyota Prius.

Saco del bolsillo las llaves de la casa y madre santa. Supera mis expectativas de una manera rotunda, tiene un jardín con garaje y el coche incluido, cosa que desconocía, y un chalet de tres plantas. Suelto las maletas en el suelo y voy corriendo hacia el chalet, abro la puerta y me encuentro con que todo está decorado con tonos grisáceos y blancos. Sin dudarlo llamo a mis padres, que me responden rápidamente.

- Olaya te ha gustado la casa?- dice mi madre nada más descolgar, se nota en su voz la ilusión que la hacía.

- Que no os quepa duda, me ha enamorado la casa, entera.

- Corre al garaje- dice mi padre y voy hacia este. Encuentro un Audi blanco, nuevo. Grito de la ilusión con el móvil en la mano y mis padres se ríen.

- Muchísimas gracias ayy.

- No las des hija, tú universidad la hemos pagado nosotros y esto es para que te esfuerces más de lo que haces. Esperemos que saques las mismas notas que llevas este curso. Tenemos que colgar que nos vamos a trabajar. Adiós Olaya- dice mi madre despidiéndose. Cuelgo y subo los escalones hacia la segunda planta.

Abro la primera puerta que me encuentro y es mi habitación. Han colocado fotos mías junto con mis amigas.

- De donde cojones han sacado estas fotos?- me pregunto a mi misma en voz alta.

Ordeno todo lo que viene a ser ropa y zapatos, bolsos... en un vestidor que han puesto en mi habitación con luces automáticas.

Cuando acabo, bajo a ver qué hay de comida y me encuentro con la nevera desierta, así que cojo la tarjeta y las llaves del coche y salgo de mi "casa" junto al Audi. Se escucha jaleo en la casa del vecino pero no le doy importancia, total ni le conozco.
Me dirijo al primer Mercadona que veo y compro lo necesario y algún que otro capricho. Como siempre, vienen a ser bombones y chocolatinas.
Vuelvo a casa con todo y se siguen oyendo ruidos en la casa de al lado, parece ser que el vecino/la vecina está haciendo una comida con gente o algo así. Pero paso igualmente.
Y voy a la despensa a colocar toda la compra, en total habré gastado unos 50-60€ en comida para las dos semanas.

Subo arriba a darme una ducha y veo que la grifería de la ducha tiene un sistema tal que muy raro. Me desvisto y me meto en el plato de ducha, comienzo a tocar los botones que hay en la ducha y sale un chorro de agua fría, lo único que hago es pegar un chillido del frío y me empiezo a reír.
Por fin consigo cogerle el tranquillo a la ducha y me voy al salón a ver una película y a hablar con mis amigas.

- Qué tal chicas? Como os va por allí?

- De lujo, mis padres me han comprado un apartamento en Gran Vía precioso.

- A mí me ha bastado con un simple chalet moderno en pleno centro de Sevilla.

- Yo he llegado esta mañana aquí a Barcelona y me he chocado con un chico bastante guapo y con una sonrisa que madre. Y luego pues he llegado a mi casa y mirar- giro la cámara y las hago un "house tour" y del jardín también.

- Qué son esos ruidos que se oyen?- pregunta Jimena.

- El vecino de al lado, lleva todo el día de comida o algo así. No le conozco ni nada, ni sé quien es- me encojo de hombros.

Hablo con ellas un rato más y me quedo dormida con la televisión encendida.

Efímero || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora