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Quinto día aquí en Barcelona, poca cosa he hecho. Estar en casa, ver medio Netflix y comer; también he inaugurado la piscina exterior. Sobre la universidad poca cosa sé, solo he descubierto que es una de las mejores de toda España y que se encuentra un poco a tomar por culo de mi casa.
Sobre el vecindario, sigo sin conocer a nadie. He hablado con mis amigas y familia y dicen que intente aunque sea relacionarme con algún vecino.

Hoy he madrugado para ir al gym. Tengo uno en casa pero tiene pocas cosas, así que ayer me inscribí en uno que se encuentra en el centro y hoy voy a entrenar.
Me desperezo, desayuno un bol de frutas y un zumo y me cambio a un top deportivo y a unas mallas. Cojo el Audi y voy directa al gimnasio.
Aparco en el parking subterráneo que hay y subo al ascensor. Dos chicas se suben también conmigo, parece ser que van también.

Paso la tarjeta por la consigna y paso la barrera. Guardo la bolsa de deporte y me llevo conmigo el móvil y la botella de agua.
Voy directa a las pesas, lo mejor que se me da. Y hay unos cuantos chicos haciendo lo mismo, les saludo y voy a lo mío.

Pero hay una cara entre los que están allí que me suena demasiado, una cara que vi hace justo cinco días. El chico del aeropuerto, pienso nada más verle. Habla animadamente junto a dos morenos más, los tres llevan camisetas del Barça.

Continúo mis entrenamientos, hoy he conseguido elevar 20kg. Después hago unas planchas y poco más, y me voy a los vestuarios. Y de nuevo me choco con alguien, pero esta vez me doy con la cabeza en el borde de la puerta.

- Ostia perdona perdona- dice un chico moreno. El chico del aeropuerto.- Me suena tu cara demasiado.

- Me suenas tú a mi también- digo mientras me levanto del suelo.

- Eres la del aeropuerto? Olaya?

- Vaya me has reconocido, si soy. Y tú, Pablo no?

- Has acertado chica torpe- dice poniéndome ese mote.

- Cómo que chica torpe?

- Segunda vez que te veo y segunda vez que te chocas conmigo- dice con esa sonrisa.

- Mira, en algo que tienes razón. Tengo que irme.- dije acomodándome bien el pelo.

- Adiós chica torpe, y aun encima guapa- cuando dice eso último me pongo como un tomate- y también se pone roja cuando la tiran un piropo.

- Estoy roja del sudor, no te creas- dije mientras abría la puerta del vestuario.- Adiós chico-que-se-choca-conmigo- dije todo seguido, mientras él me dedicaba una sonrisa. Él volvió con sus dos acompañantes y yo me fui a las duchas del gimnasio.

Salgo con un chándal normalito y unas AirForce blancas. Me cepillo el pelo mientras me miro en el espejo del baño, de la caída de antes me hice un poco de daño en la cabeza y en el culo.
Paso la tarjeta por la consigna de nuevo pero esta vez para salir de allí y bajo al parking a por el coche.

Conduzco por las calles de Barcelona, directa hacia Correos a recoger unos paquetes que no recogí ayer. Llego y me bajo del coche, voy a la oficina y recojo los paquetes. Nada más llegar a casa suelto la mochila en el suelo y abro las cajas como una niña pequeña. Habían cosas para decorar la casa y ropa.

Preparo la comida, unos macarrones con tomate. Y voy al sofá a comer. Hoy tenía previsto salir a una discoteca, pero el problema es que no conozco a nadie. Mejor sola que mal acompañada no? Dejo el plato en el lavavajillas y me pongo unos jeans y una blusa y salgo a comprarme aunque sea un vestido decente.
Llego a una tienda y veo un vestido de brillantitos que es precioso la verdad, costaba 100€. Voy directa a la caja y me llevo el vestido conmigo. Paso por algunas tiendas a mirar y al final tanto mirar, y acabo llena de bolsas.

Aparco en casa, subo los escalones y saco el vestido de la bolsa. Me lo pruebo, resalta demasiado las curvas que tengo y hacen buen culo. La verdad, tenía vestidos de fiesta en casa pero prefería comprarme uno nuevo.

[...]

Son las 22:30. Voy conduciendo hacia la discoteca. Mi propósito hoy es no emborracharme porque no estarán ni Marta ni Jimena para ayudarme. Dejo el coche en la zona de atrás de la discoteca y voy a la fila, hay poca y paso directa. Ando hacia la barra y pido un roncola, hay un ambiente que flipas.

Efímero || Pablo GaviWhere stories live. Discover now