Efímero || Pablo Gavi

18

20:30 de la tarde. Pablo y yo hemos pensado en ir a cenar y después a una discoteca junto con sus amigos, la verdad no conozco a ninguno así que hoy me los presentará. Busco un vestido sexy, que luzca el cuerpo que tengo y veo él perfecto: uno granate cortito de tirantes. Me lo pongo y me ondulo el pelo, me maquillo y bajo al salón. Allí me espera un Pablo arreglado, con una camiseta y unos vaqueros que le quedan perfectos.

- Qué guapa andas tú- dice acercándose a mi. Me roba un beso y nos sentamos en el sofá a hablar.

- No te quedas atrás- le digo dándole un empujoncito.

Salimos de casa dirección al restaurante, Pablo ha decidido que vayamos los dos solos para tener más intimidad. Aparca el coche en la puerta de un lugar bastante moderno, decoraciones que resaltan en su interior...

- Ya hemos llegado- dice abriéndome la puerta. Le sonrío y me agarra de la mano, haciendo que una corriente recorra mi cuerpo a la velocidad de la luz.

- Qué bonito todo, debe de haberte costado un huevo- impresionada miro a la gente que come en los sillones.

[...]

Mi chico y yo hemos acabado de comer, la verdad nos hemos puesto las botas. Ahora conduzco yo dirección a la discoteca, allí nos esperan los amigos de Pablo. Nada más llegar, vamos hacia la puerta y vemos que ellos nos hacen señas para entrar. Una vez dentro, Pablo los busca con la mirada.

- Hombree chavales- dice haciendo el típico saludo entre ellos.- Olaya, supongo que los conoces. Son mis compañeros de equipo.- yo asiento y les lanzo una sonrisa a todos.

- Vamos a disfrutar de la noche que es muy largaaa- dice un tal Riqui. No me quita el ojo de encima y hay veces que me siento incómoda.

Pablo me coge de las manos y me lleva a la pista de baile, unas cuantas parejas bailan al son de la canción. Paso mis manos por su cuello y le acaricio el poco pelo que tiene, puesto que se lo ha cortado; él aprovecha para llevar sus manos hacia mis caderas. Apoyamos nuestras frentes y bailamos sin ritmo alguno. Ahora me pongo yo pegándome a él dada la espalda, y paso mi culo por sus partes.

- No hagas eso que me pones malo- susurra en mi oído. Hago caso omiso y bailamos mientras me pego más a él, y su amigo esta empezando a revolucionarse.

- Bailas muy bien tú, futbolista o bailarín?

- La segunda la hago solo contigo, siéntete especial.- de repente mira hacia abajo y veo como su miembro se ha revolucionado, me mira cómplice y me lleva al baño.- ahora el calentón me lo quitas tú.

Le echo el pestillo a la puerta mientras Pablo devora salvajemente mi cuello, vuelve hacia mi boca y reparte besos por la clavícula. Yo estoy como en una nube y mis hormonas están disparadas. Baja la cremallera del vestido y deja al descubierto mis pechos, y procede a chuparlos y a morderlos. Yo echo la cabeza para atrás y pongo los ojos en blanco y Pablo baja besando mi abdomen hacia mi monte de Venus.

- Pablo aquí no podemos- le digo con la respiración entrecortada.

- Vale pero ahora te toca a ti- señala su miembro y ya sé por dónde va.

Me subo el vestido como puedo y le bajo los pantalones, puedo ver que su erección se nota bastante. Bajo su bóxer y le masajeo de arriba a abajo, y después introduzco mi boca para chuparlo. Nunca he hecho esto, pero para ser la primera vez creo que no lo he hecho mal.

- Olaya dios- gime mientras presiona un poco mi cabeza.

Noto como se va a correr y saco mi boca, le hago una paja más y se acaba corriendo. Pablo se lanza a mis labios y coge mi culo con muchas ansias, le he dejado con ganas, pero no podíamos hacerlo en ese cubículo.

- Me encantas- dice a centímetros de mis labios y solo sonrío.

- Y tú a mí.

Nos arreglamos bien y salimos a la pista de nuevo, y los del equipo nos miran con cara de pillines.

- Aquí alguien se lo ha pasado de Puta madre- dice Pedri haciéndome esconder en el cuello de Pablo.

- Solo ella y yo sabemos lo que ha pasado.