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Suena el despertador, 6:30 am. Primer día de universidad, me levanto perezosamente y me coloco mis pantuflas de andar por casa. Camino por la habitación hacia el escritorio y preparo el bolso, ayer me dormí tarde porque Pablo se quedó a ver pelis conmigo. Meto el archivador, estuche, dos libros, un poco de dinero y unas cosas mas.

Bajo los escalones y voy directa a la cocina, saco un bol y me hago el desayuno: cereales con leche y zumo de naranja. Trago la leche mientras veo "La isla de las Tentaciones", ayer no acabé de verlo y me quedaban 15 minutos. Acabo y lo dejo en el fregadero porque el lavavajillas está roto.

- Buenos días hermanita- dice Gonzalo rascándose el ojo.

- Buenas, perdona por despertarte.

- No no, no me has despertado. Tengo que ir ya a trabajar, toca turno de mañana.

Gonzalo ha encontrado un puesto de trabajo de vigilante de seguridad en una empresa muy bien pagada. Casi siempre le toca turno de día, pero esta semana empieza turno de mañana y no le hace mucha gracia.

- Voy a vestirme, buen día Gon- le doy un beso en la mejilla y se va por la puerta a trabajar.

Me visto sencilla: unos Flare con un chaleco y las Converse. Cojo el bolso y las llaves del coche y salgo hacia la uni, no sin antes mandarle un mensaje a mi chico dándole los buenos días, pues hoy tiene entrenamiento. Conduzco y justo no hay atasco, a lo que estoy muy sorprendida.

- Hola guapetona, por dónde andas?- descuelgo y Bego pregunta con duda.

- Ya casi estoy, y tu?

- En la puerta esperándote, te cuelgo que viene Bea, chau mi niña- cuelgo y llego a aparcar en mi plaza de aparcamiento.

Nada más entrar Bego, Bea y yo vamos directas al aula, empieza en 5 minutos y queremos estar puntuales aunque sea el primer día de clase. Nos sentamos en los asientos del medio y esperamos a que venga el profesor, suena la puerta y entra justo él.

[...]

14:30. Por fin salgo de clase, la verdad ha ido el día bastante bien, las asignaturas van fácil de momento y los profesores son bastante majos. Voy directa a casa, pues me toca hacer la comida porque Gonzalo sigue en su turno de mañana.

Después de un rato suena el timbre, dejo de pelar una patata y abro la puerta.

- Mi niñaaa- dice dándome un abrazo. Aprovecho para oler su cuello, y madre mía.

- Qué bien hueles- le digo aún abrazándole.

- Gracias enana, qué estás haciendo?- dice pasando por la puerta.

- Pues estaba haciendo una tortilla pero me has interrumpido- muestro molestia y él viene a abrazarme con esa puta sonrisa viciosa.

- Te ayudo yo a hacerla.

- Si me aseguras que no me quemas la cocina- el solo se ríe.

Hacemos la comida mientras le cuento mi día de hoy, y él me cuenta que en su entrenamiento hoy han hecho gimnasio de nuevo y han jugado un rato en el campo. Adoro pasar el tiempo con él, se hace todo mucho más ameno y lo agradezco eternamente.
De mientras comemos entre risas, y Gonzalo llega con su uniforme y la mochila.

- Qué bien huele, oh hola Gavi- dice mi hermano para ir a saludarle, hacen el típico saludo de hombres y se sienta con nosotros en la mesa a comer.

Él también nos cuenta su mañana, al parecer han intentado robar un reloj en una tienda y mi hermano lo ha impedido.

[...]

20:30 de la tarde. Pablo y yo estamos en la cama viendo 50 sombras de Grey. Llevaba días pidiendo verla juntos, pero sé sus intenciones.
Llega una escena en la que tiene que ponerse un cojín entre las piernas.

- Estás bien?- pregunto al verle.

- No- se quita el cojín y deja ver su erección por encima del pantalón.

- Si es que por qué se te ocurre poner esta película.

- Porque tú y yo lo vamos a pasar muy bien esta noche- dice apoyándose sobre mi.

Empieza a besarme con intensidad, e introduce su lengua. El beso empieza a subir de intensidad y baja sus labios hacia mi cuello.

- Hoy vamos a hacerlo de otra manera- dice separándose con la respiración agitada. Se levanta y va a por la Nutella que hay en el mueble.

Se acerca y me pone un poco de Nutella sobre mi cuello y empieza a besarlo y a chuparlo. Va bajando mi blusa y me quita el sujetador, y esparce el chocolate sobre mis pezones. Los saborea, chupa y muerde tanto que se me escapa un gemido. Unta mi abdomen con el chocolate y baja su boca poco a poco hacia mi zona íntima, llega un punto en el que no puedo tragarme los gemidos. Y dicho eso, baja su lengua hacia mi clitoris, pero sin untar Nutella, y juega con él y su lengua. Introduce dos dedos y yo me muero de placer, saca su miembro y lo introduce dentro de mí. Después de unas cuantas embestidas, llegamos los dos al climax.

- Qué, te ha gustado?- pregunta con la voz entrecortada.

- La próxima tomo yo las riendas.

Efímero || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora