Efímero || Pablo Gavi

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- Así que eres mi vecina- me dice Pablo por la ventana.

- No me ves?- dije señalándome para después reírnos.

- Ayer me lo pasé muy bien bailando contigo chica torpe.

- Que no me llames chica torpe joder- el solo se ríe. Le encanta picar a la gente.- Bueno Pablo, voy a desayunar. Buen día- dije retirándome lentamente de la ventana.

- Adiós chica torrpe- dijo resaltando la r.

Bajo a la cocina y saco una barra de pan par hacer las tostadas. También pillo unas naranjas para exprimirlas. Unto tomate y echo jamón sobre las tostadas y me voy a la gran mesa del comedor a desayunar. De repente tocan el timbre, me limpio la boca antes de abrir y me levanto. Abro la puerta y está Pablo.

- Pablito te he visto hace nada.

- He venido a desayunar contigo- dice con esa maldita sonrisa.

- Anda pasa- le hago una "reverencia" para pasar y él solo se ríe. Se adentra en el salón y se queda con la boca abierta.

- Dios toda esta casa es tuya?- dice sorprendido.

- Se podría decir.

- Es preciosa, no tanto como tú.- mis mejillas se tornan a un color carmesí. Me tapo la cara con las manos y viene hacia mí, me quita las manos de la cara y me acaricia las mejillas.

- Adivino, estoy hecha un tomate.- él solo asiente y se ríe.- No me acostumbro a que me estén tirando piropos cada 5 minutos.

- Pues vete acostumbrando- me guiña el ojo y se va a la cocina a por comida.

- Qué crees que me vas a conquistar enseguida o qué?- digo mientras le veo hurgando en la nevera.

- Tú tranquila que lo conseguiré- encuentra una fresa, la lava y se la come.- Están buenísimas. Oye ayer el vestido te quedaba de locos, lo juro.- y de nuevo me vuelvo a poner roja.

- Pablito para que me voy a poner mas roja de lo que estoy- digo escondiendo mi cara. Se come otra fresa y camina hacia donde estoy. Me da un abrazo y escondo mi cabeza en su cuello.

- Ayy que se pone roja a lo mínimo que se la diga algo- le doy un golpecito en el pecho y él solo se ríe.

- Hueles to bien- le digo aún en su cuello. Lleva una colonia que huele de maravilla.

- Ves? Al final te vas a dejar llevar y te conquistaré rápido.

- No te creas Pablito, te costará- digo subiendo las escaleras.- ESTOY EN MI HABITACIÓN, PRIMERA A LA DERECHA- grito ya arriba. Tengo toda la ropa tirada por ahí porque aún no me ha dado tiempo de organizar todo.

Gavi llama a la puerta y se adentra en mi habitación, yo estoy de espaldas observando Barcelona, desde mi terraza se ve casi toda la ciudad condal. Unos brazos rodean mi cintura y me recuesto en su pecho.

- Vaya vistas, desde mi casa las tengo mejores- por una parte sé que iba con indirecta pero por otra tenía razón, su casa tapaba un poco las vistas.

- Si tu queridísimo chalet no estuviese en medio no tendría problemas en ver todo.

- Pues luego te vienes a mi casa y lo verás todo mejor.

- Ya veremos Gavira.- me meto en mi habitación y él me sigue.- Lo siento por el desorden, no me ha dado tiempo a colocar todo.
Me siento en el poco hueco que hay en mi cama y él al lado mía. Se echa un poco para atrás y se le cae una montaña de ropa interior limpia y blusas.

- Olaya ayúdame- dice quitándose todo de encima.
Le ayudo y doblo lo que se ha arrugado.

- Me gusta este tanga- dice sacando uno que se le ha quedado en el cuello. Es uno negro, de encaje muy bonito. Al instante me pongo rojisima, se le ha caído mi ropa interior encima y le gusta unos.

- Ehm si si es bonito- digo la mar de nerviosa. Él solo se ríe de la situación.
Después de todo, me ayuda a doblar la ropa interior. Parece ser que le han gustado algunos, porque con qué admiración los miraba.

- Te deben de quedar de locos- dice mirándome a los ojos. Yo solo me encojo de hombros.

- Eres privilegiado, nunca antes había tenido tanta confianza con alguien que solo conozco de hace un día. Ni mucho menos dejo subir a gente a mi habitación, así que siéntete especial.

- Especial lo soy- dice con su maravilloso ego.- Me haces sentirme como en casa Olaya, lo juro. Nunca con nadie había tenido esta sensación de tranquilidad. Déjame conocerte más a fondo y te juro que te conquistaré.

- Eres un petardo con intentar conquistarme eh.