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Un pequeño zarandeo hace que me despierte. Abro los ojos y mi chico está a mi lado, acariciándome la mejilla sin dejar de mirarme.

- Buenos días amor.- deja un beso en mi cuello y me acomodo más en él.- Cómo has dormido?

- Contigo siempre duermo bien guapetón.

Llevo mi dedo índice a su cara y acaricio cada parte. Cierra los ojos por inercia y disfruto el silencio de la habitación. Mi dedo recorre su nariz, sus pestañas, sus mejillas. Abre los ojos y me mira intensamente, sé que como siga así se va a dormir de nuevo.

- Te vas a dormir como siga acariciándote.- susurro y me estiro para levantarme.

- No te vayas porfa.

- Voy a hacer el desayuno amor mío. Prometo subirlo con una bandeja.- hago pinki-promise en el aire y oigo una carcajada de su parte.

Hoy vamos a salir de fiesta los dos, junto al grupo de siempre. Llevamos semanas sin salir y nos apetece bastante, aunque hemos prometido que nada de alejarnos de ambos, porque se nos va de las manos y acabaremos discutiendo.

Llego a la cocina y preparo un bol de frutas con yogur griego. Es su desayuno favorito (junto a las tortitas) y el mío también, a quien no le gusta un simple desayuno con fresas y yogur.

Parto la fruta mientras me froto el ojo del sueño, he dormido bastante bien y más con Pablo a mi lado, aunque he soñado algo raro.

- Amor lo tienes ya?- pregunta desde arriba.

- Siii ya subo.

Voy arriba con la bandeja y abro la puerta. Él está recostado en el cabecero y, madre mía, me apetece más comerme a él antes que al desayuno.

- Mira, fresas y kiwi con yogur del que te gusta.- pongo la bandeja sobre el edredón y desayunamos mientras vemos una serie en el plasma de la habitación.

- Me recuerda mucho a ti la chica.- estamos viendo Killing Eve y yo me quedo alucinada ante la comparación.

- En serio piensas que soy una asesina en serie?- me cruzo de brazos y me hago la enfadada, pero se me quita cuando me pone un pegote de yogur en la punta de la nariz.

- No, ella es muy segura de sí misma y eso me recuerda mucho a ti. Ay Olaya, qué hago yo sin ti y sin tus absurdas preguntas?- pregunta y nos reímos ambos.

Qué graciosillo.

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Son las 20:30, y ya vamos con la hora pegada al culo. Pablo está ya desesperado y yo, aun ni he acabado de arreglarme. Nos hemos pasado toda la tarde haciendo el amor y dándonos besos qué se nos ha pasado la hora. Y yo, que me demoro mucho vistiéndome, estoy ya que me subo por las paredes.

Retoco mi maquillaje y miro mi pequeña barriga en el espejo. Tan solo 3 meses y apenas se nota, qué raro.

- Olaya estás ya?- pregunta entrando por la puerta. Se queda boquiabierto al verme y se lanza a darme un beso.

- Espera que te he manchado.- limpio el pintalabios que he dejado en sus labios y me echo de nuevo para que no se me quite.

- Por qué no te echas del que dura más? Que así puedo estar besándote toda la noche.

- Se me ha gastado, pero juro que mañana iré a comprarme uno nuevo.

Si hay un mañana.

Salimos de la mano de casa y el chófer nos está esperando en la puerta. Subimos al coche y nos lleva a la discoteca más emblemática de toda Barcelona, vaya elección ha hecho Nico esta vez.

Efímero || Pablo GaviDove le storie prendono vita. Scoprilo ora