cap.7

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T/N se pasó el resto de fin de semana estudiando todo lo que encontró sobre fertilidad. Aunque sus ciclos no eran regulares y ella sabía que no existía la posibilidad de que se quedara embarazada, pensó que sería mucho más sencillo hacer las cosas como si todo fuera a salir bien,o Nam sospecharía. Ella tenía que fijar un día en el que comenzara su período.

Cuando por fin decidió que el mejor momento para "concebir" sería ese fin de semana,la invadió una mezcla de culpa y muchas dudas.Pero no hizo caso a sus inseguridades.

El lunes,una vez que llegó el contrato para la nueva tienda según lo prometido,T/N decidió que lo emplearía como excusa para ponerse en contacto con él.T/N le pasó el contrato a su abogado para que lo revisara, insistiendo en que le diera la máxima prioridad. El abogado se lo devolvió,con algunos cambios de poca importancia al día siguiente.T/N se obligó a si misma a dedicarle otro día más para revisarlo, luego marcó el teléfono de Nam y fijó una comida de negocios con él a través de su secretaria.

Era miércoles por la mañana, cuatro días después de que hubieran cerrado el trato,y le parecía que lo habían sellado hacía años.

La secretaria le confirmo que Nam podía comer en el restaurante en el cual solían verse para sus reuniones de negocios. Pero ese día era diferente.T/N salió de su oficina con el contrato en su portafolios, además de un libro sobre fertilidad y una sonrisa de expectación en el rostro.

[...]





Nam estaba sentado cuando T/N llegó.Habia escogido una mesa apartada de las demás al fondo del restaurante, lejos de ojos y oídos curiosos. T/N aprobó su elección en su interior y se obligó a saludarlo como si fueran a tratar un asunto de negocios común y corriente.Nam se puso en pie cuando ella se acercó a la mesa y no se sentó hasta que T/N lo hizo,sin apartar la mirada de ella. El camarero les llevó la carta. Ambos pidieron una ensalada.

Nam la observó durante un largo rato y luego preguntó:

-¿Tienes alguna objeción al acuerdo que te he enviado?

- Sólo hemos hecho algunos cambios mínimos -respondió T/N,disipando su preocupación.

-Siempre haces cambios,T/N,y raramente son mínimos.

T/N sonrió. Él tenía razón. Ella era básicamente un tiburón para los negocios y estaba orgullosa de eso.

-No esperarás que acepte ciegamente tus reglas,¿verdad Nam?El contrato revisado por mí se adapta mucho mejor a mis objetivos,como verás.

Nam sonrió ligeramente.

- No tengo ninguna duda de que lo aprobaré. Raramente gano contra ti.

La forma con la que Nam dijo eso,con un toque de orgullo, confundió a T/N.¿Estaría diciendo la verdad o sólo intentaba que ella aceptará su plan?¿Realmente él admiraba sus cualidades para los negocios?La idea le hizo sentirse muy bien,sobre todo porque sus otros socios masculinos solían sentirse intimidados o resentidos por la confianza que ella tenía en sí misma.

T/N sonrió con picardía.

-Ganas demasiado a menudo,así que perder de vez en cuando es bueno para tu carácter.

-Pero ganar es mucho más divertido-dijo él-.De todas formas,en este caso no tenías que hablar con tu abogado. Ya te dije que te daría lo que quisieras.

Un Acuerdo PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora