cap. 31

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- Señorita Park,esa es la causa,por qué parece que está usted embarazada.

T/N lo miró atónita.

- Eso es imposible.

- Le aseguro que no-- insistió él--. Me gustaría hacerle una ecografía. Nos dirá que es lo que sucede exactamente,porque tiene tantos dolores y porque tuvo un leve sangrado.

T/N estaba como atontada.¿Estaba embarazada? Pero si ella no podía...

- Pero si sólo tengo un ovario.

- Con uno es suficiente. Efectivamente,las probabilidades son menores, pero puede suceder.

- ¡Pero si yo casi nunca tengo la menstruación!

Él le dió unos golpecitos en la mano y se puso en pie.

- Hagamos la ecografía y luego decidiremos,¿le parece? Intente no preocuparse.

T/N estaba demasiado anonadada con todo lo que él médico le había dicho como para preocuparse. Y entonces reaccionó,asimiló todo aquello. Soltó un grito que alarmó a todos los demás pacientes y doctores a su alrededor. Un grito de pura alegría. Todos la miraron alarmados.

- ¡Estoy embarazada!-- gritó ella fuertemente con una sonrisa muy extendida,y con los ojos aguosos como si quisiera compartir toda la felicidad que estaba desbordando en ese momento.

Los demás sólo se limitaron en sonreír hacia ella.

¡Estaba embarazada!
¡Tendría un hijo! ¡Su hijo! ¡Un hijo de Nam!

El dolor pareció desaparecer con esa noticia, pero seguía ahí,como un recordatorio de que no todo estaba bien. T/N comenzó a rezar; deseaba aquel bebé con tantas ganas,que estaba dispuesta a lo que fuera para conservarlo.

Pasó un buen rato hasta que el médico regresó a su lado. Era un hombre agradable, pensó ella,y se sorprendió porque se sentía cómoda con él. De hecho,estaba ansiosa por hablar con él y saber todo sobre aquel pequeño ser que se desarrollaba dentro de ella a cada minuto.

Ella se fijó en el nombre bordado en letra cursiva de la bata de aquel agradable médico:

Dr. Kim Seokjin

Él le explicó que aún no se veía al feto en la ecografía, pero sí se veía un quiste considerable en el ovario que le quedaba. T/N entró en un pequeño ataque de pánico al recordar lo que le había sucedido de pequeña: la operación,perder el ovario... El médico la tomó de la mano y continúo:

- El ovario se ha reventado a causa del quiste y,hasta que su placenta sea suficientemente grande y produzca suficiente progesterona para mantener el embarazo, tendré que suministrarle yo esa hormona y esperar que eso funcione. Aún así,las cosas podrían salir mal y podría perder al bebé, pero de momento no hay razones para preocuparse por problemas inexistentes.

T/N nunca había sido una persona débil. Recurrió a toda su fuerza y su valor.

- No necesito preocuparme por más problemas. Parece que ya tengo suficientes.

Y sí que tenía muchos,y con solo pensar en todos los riesgos del embarazo,el quiste,perder al bebé,perder a su bebé... T/N no pudo evitar que la piel se le erizara de solo pensarlo.

- Deduzco que quiere conservar al bebé.

- ¡Por supuesto! Es sólo que nunca creí que ...

- ¿Cuándo perdió el otro ovario?

- A los doce años,poco después de tener la primera menstruación. Por lo que me dijeron,creí que nunca podría quedarme embarazada. Y como mis ciclos siempre han sido tan irregulares...

Un Acuerdo PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora