cap.29

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T/N sintió los primeros calambres justo después de la cena, pero decidió ignorarlos. Estaba acostumbrada a esos dolores, su cuerpo le recordaba que no era una mujer completa. Desde que había tenido la primera menstruación a los once años,sufría esos calambres.

A veces el dolor era casi insoportable,otras veces simplemente molesto, pero ella siempre lograba seguir con su vida e ignoraba el dolor hasta que desaparecía. Sólo cuando era una niña había acudido una vez al hospital porque la habían llevado sus padres.

No recordaba qué término habían empleado los médicos, pero tenía que ver con qué sus ovarios no funcionaban correctamente. Ella se había sometido a una operación para extirparle un quiste muy doloroso y en el proceso había perdido un ovario. Desde entonces era así de irregular,a veces pasaban incluso meses entre cada menstruación.

Su madre le había dicho que seguramente no tendría hijos y T/N había comprendido el porqué: una no se podía quedar embarazada con un solo ovario,y mucho menos si no ovulaba correctamente. Ella conocía como funcionaba su cuerpo.

Alguna vez debería haber ido al médico, sólo para asegurarse de que los dolores eran normales. Pero la idea de que la examinara un hombre cuando todavía era inocente y tímida la habían hecho tener incluso una consulta rutinaria.

En aquel momento, Taehyung hizo una broma y todo el mundo se echó a reír. T/N también iba a hacerlo cuando sintió otro calambre y puso una mueca de dolor. Nam se inclinó hacia ella.

- ¿Estás bien?

Menos mal que lo preguntó en voz baja, porque ella no quería interrumpir el buen rato de los demás.

- Sí,estoy bien. Creo que he comido demasiado.

Él sonrió.

- Yo también. He tomado demasiados postres-- le susurró al oído--. Más adelante tendrás que ayudarme a quemar calorías,¿se te ocurre algo?

En ese momento lo único que ella quería era un analgésico. Le dio unos golpecitos en el brazo a Nam y se levantó de la mesa.

- Ahora lo pienso. Discúlpame,por favor-- dijo.

Agarró su bolso y,mientras se alejaba,fue consciente de que él la seguía con la mirada.

Al llegar al cuarto de baño,T/N se tragó dos analgésicos y se apoyó sobre el lavabo. El dolor era más agudo de lo normal. Se preguntó si tendría que ver con qué se hubiera vuelto más activa sexualmente y si podría soportarlo.

Esperó unos minutos más y luego salió del aseo. Nam estaba fuera esperándola y,al verla salir, observó atentamente su rostro.

- ¿Qué sucede,T/N?¿Cuál es el problema?

¿Qué más daba una mentira más?, pensó ella.

- Me siento un poco indispuesta,Nam. Quizás esté por pillar un resfriado.

Él le tocó la frente y asintió.

- Parece que tienes fiebre. ¿Qué te parece si nos vamos?

- No, estoy bien-- se apresuró a contestar ella.

- Pues no tienes buen aspecto,cariño. Tienes cara de estar sufriendo grandes dolores.

- No es nada,lo prometo-- dijo ella casi con desesperación.

Nam la observó en silencio unos instantes.

- De acuerdo. Pero quiero que te sientes y te relajes.

- Las mujeres estarán recogiendo la cocina.

- No,somos los hombres los que vamos a hacerlo. Ahora vete a descansar,¿de acuerdo? Y prométeme que,si empiezas a sentirte peor,me avisarás.

- De acuerdo-- mintió ella,decidida a quedarse hasta el final de aquella reunión familiar.



Pero una hora más tarde los calambres eran tan fuertes,que no podía ignorarlos, tenía que marcharse de allí. Miró a Nam y él se puso en pie de inmediato,como si estuviera esperando esa señal de ella. A ella le maravilló que él percibiera con tanta facilidad lo que le pasaba a ella,que supiera lo que ella pensaba y sentía.

Nam se excusó con mucho arte. Por la sonrisa de Taehyung y el guiño de Suni,T/N supo que todo el mundo creía que se marchaban para estar a solas un rato.

Subieron al coche.

- Te llevaré a mi casa-- anunció Nam--. Así podré cuidar de ti si estás enfermando.

Abrumada por esa idea,T/N sacudió la cabeza e intentó encontrar una excusa para rechazar aquella oferta tan generosa. Cuidarla cuando estuviera enferma no entraba en el trato.

- Prefiero irme a mi casa,Nam. Estaré más cómoda allí.

Él la miró y asintió.

- De acuerdo. Entonces recogeré algunas cosas de mi casa y pasaré la noche contigo.

Hasta ese momento,ella se las había arreglado para que él apenas estuviera dentro de su apartamento. Si él iba a buscarla,se encontraban en la puerta y se marchaban enseguida. Ella quería poder estar a gusto en su casa cuando hubieran terminado su aventura,y sabía que sería imposible si él había dormido en su casa,comido en la cocina o si se había duchado en el cuarto de baño. Todo le recordaría a él y no podía permitir que eso le sucediera.
Ella le tocó el brazo.

- Nam,lo siento,de veras, pero prefiero estar sola. Siempre que me pongo enferma...

- ¡Pero tú nunca estás enferma! No has faltado ningún día al trabajo desde hace años.

Eso era cierto, pero los calambres nunca habían sido tan dolorosos. Se mordió el labio inferior y miró por la ventanilla del coche.

- Estaré más cómoda si estoy sola-- insistió.

Hubo un silencio muy embarazoso y ella supo que acababa de herirlo,cuando no era lo que ella pretendía. Los remordimientos la asfixiaban, pero no había salida,no había forma de compensar lo que había hecho,todas las mentiras que había contado.

Por fin Nam habló,en un susurro.

- Te llevaré a tu casa. Pero quiero que me prometas que me llamaras si necesitas algo.

- Por supuesto.

Pero los dos sabían que ella estaba mintiendo.

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