La Inocencia

54 23 40
                                    

Waller se despierta nuevamente a eso de las cinco de la tarde mucho mejor, sus heridas necesitarán de unos meses para sanarse, se siente mejor de igual modo. Mira su alrededor y no ve nada nuevo, se encuentra todavía en la misma habitación.

Se siente hambriento ahora que está completamente despierto, su panza suena recriminando que no ha ingerido nada desde el domingo. La mente le divaga un poco acordándose de todo lo acontecido, de ya hace un buen rato, pues no es como si fuese algo normal que le anden culpando por la muerte de una pareja mayor y la violación de su única hija, ¿por qué?

Sobre su cama encuentra un aparato con unos botones le da al rojo haciendo que su cama tome una forma en que su espalda queda un poco erguida, y aunque hace doler un poco su estómago, se siente más cómodo así. Toma otro control que ve le presiona el único botón que lleva haciendo así sonar una alarma.

La puerta es abierta haciendo notar a la enfermera entrar a la habitación del. Ella lo observa bien asegurándose de su estado para acercarse luego a su cama..

 -¿Necesita algo señor?

Se lleva la mano al pelo removiéndolo- Tengo hambre -ahora se siente un poco extraño al confesarlo luego de cómo le hablo, es como si le dijera a su pareja: «Cocina algo mujer» o algo parecido.

-Enseguida le traigo el almuerzo -y sale rápido.

Observa al frente encontrándose con una plasma pegada a la pared «Vamos a ver algo» se dice para buscar con la mirada el control remoto encontrándolo bien lejos de él ¿Cómo llegará a él? Se encuentra en una mesita algo lejos de la cama.

Tocan la puerta- ¿Se puede? -dice Ander.

-Ya estás aquí.

-Discúlpeme señor -entra completamente. Ahora anda sin la vestimenta de antes, lleva camisa, un saco de vestir junto a unos pantalones negros-. La verdad sí lo admiro mucho a usted pero mi jefe me ordeno armar esté teatro para ponerlo aprueba. Y sí intente entrarlo en razón, quería ver si usted se entregaba como culpable o nos intentaba persuadir a mi y la enfermara intentando huir en caso de que sí fuera el culpable.

Sus palabras le hacen sentir como si ella pensará que él es el culpable. Por la puerta entra la enfermara en silencio junto a otra persona que lo asombra bastante, se vuelven a ver después de aquella vez.

-Hola Waller -saluda colocándose a un lado de Ander a la cual se le endurece las facciones al escucharle.

Él levanta un poco las manos viendo cómo Ander se acerca a quitarle la esposa de una mano- ¿Y qué te trae por aquí Santos? -le dice viendo lo que le traen para comer. Unos huevos revueltos con arroz y frijoles. «Qué combinación» comenta a sus adentros.

-Vengo a interrogarte...

-Oh, cómo pude olvidar que lo tuyo siempre será interrogar a las personas. No negare que me desilusiona un poco, por un momento pensé que me venías a ver -la mira.

Una sonrisita surca en su rostro -Me sorprendió muchísimo que te sospechen como el causante de una violación y no pude dejar de hacer lo que hacía para venir a investigarlo por mi propia cuenta, así que tome el caso.

-¿Y? -dice probando la comida.

-Ah por cierto te traje algo para que comas -dice acercándose y pasándole el plato de comida a la enfermera y poniéndole unas cantinas en orden en el que le traía una sopa de fideos con arroz y pechuga a la plancha.

Se le queda viendo a Waller en espera de alguna reacción de su parte de aprobación o desaprobación, cosa que no le llega ninguna porque se pone a devorar todo sin siquiera detenerse a saborear. Y, es que cómo se puede poner a interrogarse esas cosas si lleva horas sin comer nada, en este momento esta que se puede comer hasta la comida más horrenda como si no fuera gran cosa (cuando hay hambre no se le da mente a la pinta).

Un CriminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora