Me has roto el corazón

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Al otro día ya es lunes por la mañana y Waller durmió muy bien con los cuidados de la enfermera Litzy que le llevo la cena a eso de las siete de la noche, se fue de su habitación dejándole la televisión encendida con lo que se entretuvo toda la noche hasta quedarse dormido viendo algunas películas de acción que encontró. Ahora a eso de las nueve de la mañana se encuentra solo otra vez con interrogantes de lo acontecido de ayer rondando en su cabeza, ya teniendo entendido que no irá preso por una violación, le alivia un poco, aún queda la muerte de ambos señores que conllevan dos cargos de asesinato lo que conlleva a dos condenas de homicidio, no olvida que Santos le dijo que eso se puede resolver la duda verdadera es... ¿Por qué lo tienen detenido?

-¿En qué diablos tanto piensas?

Sí también es muy grosero.

-Joder, Bull. Un día de estos me matarás de un buen susto. ¿Cuánto llevas ahí?

Maiban se encuentra sentado en su lado derecho comiendo sabrá Dios qué cosa.

Bota en un zafacón que tiene ahí cerca el recipiente de lo que acaba de comerse- Mira no tengo mucho tiempo, le dije a la recepcionista que soy tu hermano y como estaba tan embelesada en mi esplendida hombría -sube y baja sus cejas juguetón- me dejo pasar sin cerciorarse siquiera, así ayudándome a pasar desapercibido a los guardias y -se apoya en el espaldar-, he venido a darte toda la información que conseguí de la muchacha esa. Como nada más a pasado dos días... sí nos vimos el sábado, así que no tengo muchos datos que darte, pero mi contacto sigue averiguando más sobre... La mariposita.

Waller se pierde en toda su palabrería y con lo rápido que habla -Hey, hey bájale dos a tu carro ¿Dices qué tienes información ya ¿Tan rápido?

-Sí, sabes que yo trabajo, no ando jugando.

-Bueno, eso es grandioso, entonces.

Se abre la puerta- Oh, ¿quién es usted? -pregunta sorprendida al verlo.

«Que bien, no pudo aparecer antes la doctora» se dice a sus adentros.

-Soy su hermano, ¿es qué no lo ve? -le contesta señalando su cara y la suya- ¿Y cuántas veces es que lo tendré que decir en este día? Sé que no nos parecemos tanto, que soy más guapo que él y él más feo que yo, pero es mi Brother, mujer -le entretiene Maiban.

-Hey, ¿cómo que yo más feo? Se nota que no te has visto en un espejo, hermano.

-¿Disculpa?, acaso es que tú estás ciego. Es que tú no ves que ando hablando con una dama, por Dios hermano sé más respetuoso. Acaso ni eso tienes.

-¿Acaso me estás preguntando? -se disque ofende.

Se aguanta la risa- Obvio que no imbécil lo estoy asegurando -se pasa la mano por la cara-. Disculpe, es que a veces puede ser insoportable ¿Cómo se encuentra mi hermanito Doc?

-Ah -mira sus apuntes y luego los mira a ambos-... La verdad es que los miro y no me lo creo -dice dejando aún lado sus notas.

-Eh, ¿cómo así Doc? -se preocupa Maiban.

Sonríe tapando su sonrisa con su mano- Es que no se parecen en nada. Parece que tú eres el problemático entre los dos -señala a Maiban.

-Y lo es -se aprovecha Waller.

Le pellizca el antebrazo Maiban -Me hiere el corazón Doc, no puedo creer que piense eso de mí.

-Ay es que -los mira-. Debieras estar tú en cama no él ¿Cómo es esto explíquenme?

La cara de Maiban se vuelve todo un poema después de esa confesión.

-Mire Doc yo creo que mi madre resulto ser toda una enamoradiza y por eso la diferencia hasta en el color -bromeo viendo a Maiban. En parte no es mentira, Maiban es de tez un poco oscura y Waller al revés es oscuro también pero más claro que él.

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