Capítulo II

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El sonido de las balas, la sangre, los cuerpos inertes cayendo al suelo. Detesto esto. Lo detesto demasiado. Me aferro al desconocido y a él no parece afectarle la situación; se mantiene inmóvil y tranquilo. Sus ojos grises siguen sobre mí. Juro que he visto a este hombre en algún lugar. Sé que no suelo recordar las cosas que no son de mi interés, pero debo admitir que la belleza y magnetismo que emanan de él son... Jamás había conocido a alguien que captara mi atención por más de cinco minutos. ¿Debería estar consentrada en cómo salir viva de aquí? Me separo de él. Mi cuerpo reciente su lejanía y me regaño mentalmente por eso, es guapo, tampoco es para tanto. Busco a Bratt con la mirada y lo encuentro en el segundo piso del lugar luchando cuerpo a cuerpo con, sí, sin duda esa es Rachel James. Él arremete contra ella sin importarle el hecho de que se trata de una mujer. ¡Qué poco caballeroso! Muy bien, supongo que es momento de ensuciarme las manos. Vuelvo y repito, detesto hacerlo, pero esa supuesta ninfa y yo tenemos asuntos pendientes. Nadie lastima lo que amo y sale sin pagar las consecuencias. Contra todo pronóstico logro llegar hasta el segundo piso. Varios hombres muerieron para que pudiera hacerlo, así qué, pienso darlo todo.

-Es algo descortés tratar así a una dama, Ministro _Me burlo de Bratt. Los ojos azules de Rachel se fijan en mí. Es evidente que se está preguntando, ¿quién soy? Y ¿Qué hago aquí?

-Hay varios hombres anciosos por pelear con usted. Considero que no debe hacerles tal desaire. Me encantaria que me dejara a solas con. Disculpen, no sé como referirme a la señorita _Digo con calma. Me hago una coleta alta. Ambos me miran como si estuviera loca. Supongo que debo tener algo de locura, después de todo soy digna hija de mi padre. Bratt intenta arremeter contra mi ex madrastra, pero alguien lo envía directo al suelo. Sonrío con suficiente.

-Rachel James _Habla por primera vez la causante de que mi padre perdiera los estribos por segunda vez en su vida. Es bonita, tiene lo suyo. Las mujeres tenemos un poder increíble en las manos. Mi oponente es una de las pocas afortunadas en haberlo descubierto. Admito que gracias a mi físico puedo hacer que cualquiera caiga a mis pies.

-Al fin la conozco. Es usted una leyenda _Sigo hablando con respeto. Fui entrenada por los mejores. Sin duda el que mayor efecto tuvo en mí, fue el temido Antonio Macherano. Mi abuelo. Él me enseñó que el respeto y elegancia deben ir siempre de la mano. No importa la situación a la cual nos enfrentemos.

-¿Quién eres? _Pregunta y le regalo una sonrisa de boca cerrada. Me coloco en posición de ataque. Lanza el primer golpe y logro esquivarlo. Continuamos peleando. Es buena, pero yo soy mejor. La envío al suelo. Me coloco sobre ella con una sonrisa en mis labios. Pensé que sería más difícil. Saco la daga que siempre llevo conmigo y la coloco en su cuello.

-Hoy te demostré, Rachel James, que no eres tan inalcansable como crees. Ni mucho menos un oponente digno. Recuerda que seguirás respirando porque así lo quise. Que no se te olvide, me debes una _Le digo. Me levanto y camino fuera del lugar. Después de media hora estamos en la central nuevamente. El rastro de preocupación desaparece del rostro de Lucian apenas me ve. Gema Lancaster corre a los brazos de su esposo. Si supiera que ese hombre por el que tanto se preocupó me iba a besar si yo se lo hubiera permitido, sin mencionar que se enfrentó en una pelea cuerpo a cuerpo con su ex y no acabó con su vida cuando tuvo la clara oportunidad de hacerlo. ¿Seguirá Bratt enamorado de Rachel? Entro a mi habitación y me encuentro a Damon sobre la cama sentado con elegancia.

-Hermana _Susurra, pero logro escucharlo. Su rostro reflejaba aflicción, la cual se ha disipado en cuanto me ha visto.

-¿Cómo te encuentras? _Pregunté acercándome a él. Me regala una sonrisa de medio lado.

-Ahora que estás aquí. Estoy mucho mejor _Asegura. Después de hablar por una hora con Damon me dispongo a dormir. Una fuerte discusión afuera de mi habitación hace que salga. La imponente figura de Lucrecia Santorine está parada frente a Gema Lancaster.

Ramé[CM#2]✔Where stories live. Discover now