Ramé[CM#2]✔

Capítulo XXXIX

Angelo;

No hay mayor placer para mí que sentir la sangre correr por mis manos y la satisfacción de que una vida termine gracias a mis dotes de tortura. El crujido de los huesos y la carne siendo molidos es satisfactorio. La sangre del ahora molido cuerpo de Bratt Lewis baña mi cuerpo. Por fin liberé al mundo de tal mal. No puedo describir con exactitud lo que sentí al cortar su cuerpo parte por parte sin causarle la muerte, él estaba vivo cuando corté sus testículos, le saqué los ojos y le quité la capacidad de hablar.

-Angelo _Susurran en mi oído. Christopher aprieta mis caderas. ¿Quién le dijo dónde encontrarme? ¿Sabrá quién es la persona que convertí en picadillo? Me volteo y paso mis manos por sus mellijas, tiene las pupilas dilatadas.

-Christopher _Mascullo. Une sus labios a los míos. Muerde mi labio inferior haciendome sangrar, tal acto lo único que hace es exitarme. Sin dejar de besarme juega con la humedad que tengo entre las piernas. Mis jadeos quedan atrapados en su boca. Introduzco mi mano derecha en su pantalón.

El Vor me levanta, no parece importarle el hecho de que esté cubierta de sangre. Siempre soñé con encontrar a un hombre que compartiera mis gustos. Cada vez que asesino, el extasis que recorre mi cuerpo solo puede ser saciado con el sexo, un buen sexo. La parte de arriba de mi vestido cae y juega con mis senos. Chupa la aureola de uno y sostiene con fuerza el otro. Quité mis bragas cuando tuve la oportunidad. Él baja sus pantalones y me embiste con fuerza. La mesa se mueve al compás de nuestros movimientos. Mis manos arañan su espalda al punto de que siento la sangre en mis uñas. El morbo aumenta por minuto, la vista se me nubla y los pies comienzan a temblarme con el abrazador orgasmo que me consume por completo. Nuestras respiraciones son un desastre, Christopher terminó poco tiempo después. Se aleja de mí y me ayuda a bajarme de la mesa. Se subió el pantalón y yo acamodé mi vestido.

Salimos del lugar y caminamos hacia mi habitación. Continuamos en la ducha, en el sofá, en el suelo. Alimento a los trillizos, jamás pensé que algo tan tonto podría causarme tantas cosas. Emma despertó y tuvo un momento de lucidez, pidió verme. Sé de antemano que prefiere a Venecia, pero soy quien tiene el control y hasta ahora mi otra personalidad no ha dado señales de estar viva. La última vez que eso sucedió no se manifestó en un año. Sin dudas, el mejor año de mi vida.

-¿Venecia? _Inquiere y niego. Sus labios están resecos y tiene las pupilas dilatadas. Debe ser muy duro para Ilenko ver a su Ved' ma morir de esta manera. Me siento frente a ella, según me contó Viktoria la mano derecha dejó de responderle hace una hora.

-Es un alivio saber que eres tú _Agrega y frunzo el ceño. ¿Qué le pasa? Para nadie es un secreto que ella y Venecia han desarrollado una relación prácticamente de hermanas. ¿Por qué se alegraría de qué ella no esté presente? Al notar mi confusión ella decide agregar:

-V jamás aceptaría matarme. Ilenko no lo hará, me quiere más de lo que pensaba. Mi padre vino hoy, tarde quince minutos en reconocerlo. No quiero vivir mis últimos días así, prefiero ser recordada como lo que fui.

-¿Quieres que te asesine? _Pregunto lo obvio y ella asiente. Es una gran mujer, entiendo que mi otra personalidad la admire tanto. Será un golpe duro para ella, sin embargo, es preferible. Una lágrima bajó por mi mejilla, aunque no lo quiera, esta será la única muerte de la cual no quisiera ser la responsable.

-Por favor, Ilenko, Amelie, mi papá y mi hermana están sufriendo por mi culpa. Me despedí de ellos. Le pedí a Rain que te escribiera esto _Inquiere y me entraga un pequeño sobre que dice Venecia en la portada.

-¿Dolerá?_Pregunta. Aprieto los puños. El cariño que siente Venecia por Emma me está afectando a mí. Puedo escuchar mi corazón latir en mis oídos.