Capítulo XXVII

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Venecia;

Arrugo el entrecejo por la molestia que me causa la luz del sol en el rostro. Los pequeños rayos se cuelan por la ventana. Coloco mi almohada sobre mi rostro y un gruñido sale de lo más profundo de mi interior cuando mi abuela entra en la habitación con una charola repleta de comida. El olor a panquecas hace que me incopore en la cama a la velocidadad de la luz. Viktoria frunce el ceño.

-¿Alguien amaneció con apetito hoy? _Inquirió con diversión. Lejos de divertirme, me asustaba. Mi apetito algunas veces era voraz, y otras en las que el solo hecho de mencionar la palabra comida, provocaba que terminara en el baño, para ser más específicos frente al inodoro. Devoro mi desayuno y me preparo para el día.

Los mellizos juegan en el jardín junto a la pequeña Amelie. Platico durante horas con Emma. Estoy alejada de todo lo que tiene que ver con la guerra entre las mafias. No he sabido nada de Damon, Lucian, o Antoni en las últimas semanas. Quiero estar tranquila y por nada del mundo exponer a los bebés.

-Está enorme _Agrego, refiriéndome al vientre de Emma. Tiene casi cinco meses. Solo espero que Ilenko despierte antes del nacimiento de su hijo. En unos meses tendré que dar explicaciones, muchas explicaciones, diría yo. Christopher no es estúpido y sospecho que no se creerá la mentira de que no son de él. Aunque tampoco debería importarle ya que aseguró que nada que sea parte de Antoni merece un ápice de su amor. Por mucho que me moleste, mis hijos, al igual que yo, somos una parte de ese ser que tengo por padre.

-Sí, se mueve mucho _Agrega con una sonrisa. Coloco la mano sobre su estómago y siento las pataditas que da el bebé. Esperaré anciosa esa etapa de mi embarazo. Rachel James se sienta al lado de su hermana, ¿no había otro lugar en la mansión para sentarse? ¿Por qué quiere hablar con Emma justamente cuando estoy presente?

-Nuestra madre me pidió que organizaramos otra cena en su honor. Quiere conocer más a los mellizos y a Amelie _Le informó la trigueña a su hermana menor y sentí que mi cuerpo se llenaba de furia en instantes.

-¿Quién te crees tú para disponer algo en esta casa? _Le pregunté a la ex teniente. Esta dejó de observar a Emma y puso toda su atención en mí. Se está tomando atribuciones que no le corresponden. Si fuera la mujer del Boss quien lo hubiera dicho, no tendría ningún problema en arreglar las cosas civilizadamente. Además dudo que la menor de las James quiera que su hija conviva con semejante error de ser humano.

-¿Perdón? _Cuestionó. Enarqué una ceja y la miré con diversión.

-Me escuchaste perfectamente bien, madre de los hijos de Christopher. Tu progenitora no volverá a poner un pie en esta casa mientras yo viva en ella, de no ser así, te quedarás huérfana de madre porque te aseguro que a mí, no me temblará el pulso para acabar con ese intento de madre _Refuté. Hay cierta burla e ironía en mis palabras. El término "madre de los hijos de Christopher" es la manera correcta de llamar a la ex esposa del nuevo Boss. He escuchado a Christopher referirse a ella de esa manera.

-¡Estás amenzándome con la vida de mi madre! _Espetó. Se levantó de la silla con evidente molestia, yo en cambio, me quedé en mi lugar. En otros tiempos me hubiera levantado, pero ahora no puedo pensar solo en mí, o en lo que deseo.

-No es una amenaza _Aseguro. Ella frunce el ceño. Pellizco el puente de mi nariz buscando la paciencia que he dejado de poseer desde que Rachel James comenzó a decir estupideces. Emma se mantiene ajena a la animada plática y se lo agradezco. No quisiera que saliera perjudicada.

-¡Por supuesto que sí! _Masculla. Me levanto de la silla quedando de su mismo tamaño. ¡Veamos que puedes hacer, James!

-Solamente te refresqué un poco la memoria, ¿la anmesia está de moda por aquí? _Aseguré mientras miraba mis uñas, las cuales se encuentran pintadas de un color carmesí. Rachel aprieta los puños. Ruedo los ojos. Si yo fuera ella me lo pensaría dos veces para tocarme siquiera uno de mis hermosos cabellos. Últimamente mis emociones están un poco más revueltas y siento que todo me afecta más. Levanta su mano y no me muevo del lugar, espero el golpe, el cual, por cierto, nunca llega.

Ramé[CM#2]✔Where stories live. Discover now