El Contrato [1]

12. Quiero besarte.

Advertencia:

Este capitulo contiene escenas con contenido sexual explicito, lenguaje soez, violencia y situaciones que pueden incomodar. 

Se recomienda discreción al leerlo.

Sin más que decir ¡Disfrútenlo!

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Retuerzo mis dedos nerviosa, esperando a Mason sentada en el pequeño asiento que hay dentro del vestidor.

¿Qué planea?

Suspiro centrándome en mi reflejo en el espejo. Muevo mi pierna con nerviosismo y doy un respingo, levantándome del asiento al escuchar como la puerta del vestidor se abre de un solo golpe.

—Me asustaste idiota.

—¿Idiota? —levanta una ceja, dibujando una media sonrisa en sus labios.

—Sí, idiota.

—Este idiota será el que te hará rogar por un beso.

—Y tú sigues con eso —volteo los ojos—. No estés tan seguro Mason, puedo aguantar mucho si me lo propongo, veras que serás tú el que terminará rogando de rodillas por al menos tocar mis labios.

Él solo me mira con diversión, me centro en la bolsa que lleva en su mano.

—¿Qué hay ahí?

—Serán para luego.

—¿Y que hacemos aquí?

—Siéntate.

—¿Dónde? —pregunto.

—En el suelo si quieres —responde con claro sarcasmo.

Me muerdo la lengua para no decir nada y me vuelvo a sentar en la única silla que hay.

Mason camina hacia mí y el ambiente se vuelve completamente tenso, pero tenso en un sentido no malo. Al yo estar sentada, claramente él es mucho más alto que yo, eso hace que Mason se ponga de cuclillas entre mis piernas, dejando de lado la bolsa que tenía en su mano. Mi respiración se corta cuando sus manos tocan mis muslos mientras me mira atentamente a los ojos. Sus iris castaños que ahora me tomo el tiempo de detallar, brillan con algo que no logro reconocer ¿Diversión? Quizás, estoy muy segura que se está divirtiendo con la situación.

—Me gustan mucho tus piernas —murmura deslizando sus manos suavemente hacia arriba, llevándose con ellas mi vestido que revela mis muslos por completo.

Un sonido muy impropio de mi escapa de mis labios antes de que vuelva a presionar mis muslos llamando mi atención nuevamente.

—Te pueden escuchar —susurra acercándose a mi oído haciendo que tome una larga respiración intentando controlar todos y cada uno de los sonidos que quieren escapar de mis labios.

—Ma-Mason yo... Oh por dios —mis manos se aferran a sus hombros cuando uno de sus dedos se desliza desde mi muslo hasta el inicio de mis bragas.

—Shhh... —me calla y su dedo se desliza dentro de mis bragas tocando mi punto sensible— Estás muy húmeda.

—Joder —jadeo.

Su dedo comienza a moverse de manera lenta haciendo que cierre los ojos intentando controlar mi respiración.

—Abre los ojos y mírame —ordena Mason sin detenerse.

Lo obedezco. Mis ojos se abren lentamente para concentrarse en los de él. Sus pupilas están dilatadas mientras me mira atentamente, está mordiendo su labio y eso ahora mismo se me hace extremadamente sexy.