El Contrato [1]

13. Te ves jodidamente caliente cuando estás molesta.

Mason

Mis ojos se abren lentamente fijándome en el cabello rubio que se esparce por mi pecho. Mi brazo cubre rápidamente mis ojos al fijarme en el molesto sol que entra por la ventana.

Ayer no cerro las ventanas.

Volteo los ojos, negando, mientras me levanto del cómodo lugar, dejando a Lyvie descansando mientras yo entro al cuarto de baño para poder tomar una ducha, con toda la confianza del mundo, como si fuera mi casa.

Mientras paso shampoo por mi cabello todos los sucesos de la noche de ayer se reproducen en mi mente, desde lo de los vestidores y como el sabor de Lyvie inundo mi boca, como ese idiota trato a Lyvie, lo que le dijo ella al defenderse y cuando limpio mis heridas, todo es completamente extraño.

Las palabras de Lyvie se repiten una y otra vez en mi cabeza, haciendo que procese y piense mucho más en ese momento.

"¿Por qué? ¿Por no dejarte tocar un solo cabello mío? ¿Por defenderme cuando intestaste hacerme daño? ¿Por ponerte una denuncia?"

Mi ceño se frunce al procesar lo que dijo la fotógrafa sexy ayer.

¿El idiota de su ex intento hacerle daño? ¿Ella lo denuncio?

Ayer intente sacarle un poquito de información a Lyvie pero no quería hablar sobre el tema así que no la presione, además se notaba que estaba cansada, no soy tan imbécil para obligarme a decirme algo que no quiere.

Luego del tema con su ex, existe otro detallito. ¿Qué mierda estamos haciendo? ¿A que carajos estamos jugando? Se supone que esto es solo un maldito trato y solo somos "amigos" en privado y "novios" en público, pero claro ayer termine entre sus piernas, probando lo exquisita que es, mientras ella me rogaba que no me detenga.

Tengo que dejarle las cosas claras, que lo que estamos haciendo no tiene que confundir el propósito principal de para lo que le hablé y también para que ella no piense que esto puede ser algo más, porque no lo puede ser ¿Verdad?

—¡Mierda! —mascullo, saliendo de mis pensamientos y centrándome en intentar aliviar el ardor de mis ojos a los que le acaban de entrar shampoo.

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Lyvie

Jueves, jueves, jueves. Que rápido está pasando la semana. Han pasado cinco días del incidente en el supermercado, Mason ha estado completamente extraño, pero no he opinado nada sobre eso, me incomoda un poco el hecho de que, en estos cuatro días, después de que se haya quedado a dormir conmigo, se haya estado comportando muuuy distante, responde con monosílabos y algunas otras palabras cuando es estrictamente necesario, sin hablar de la falta de contacto físico que hemos tenido después de lo del vestidor, pero no pienso decir nada.

La voz de Diane me saca de mis pensamientos.

—Hoy tenemos que ir a la academia —me recuerda mi amiga mientras entramos al aula.

Asiento.

—¿Hablaste con Eva de lo que paso el domingo? —le conté a Diane que Ivan se apareció en el centro comercial y todo lo que pasó desde ese momento.

—No se lo he contado aún.

—Lyvie...

—¡Pero lo haré!

—Si no lo haces tú, lo haré yo. Es por tu bien, no quiero que te hagan daño.

—Lo hare, so-solo necesito un tiempo para pensar...