32. Unas desconocidas me dieron consejos.

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Hoy tengo que comenzar a ir con mi madre a la comisaria ya que han comenzado el proceso de investigación para poder ponerle una condena fija.

—Buenas tardes —saluda mi madre a la mujer que nos espera en la oficina.

—Buenas tardes ¿Ella es Lyvie?

—Sí, soy yo —respondo pasando saliva con fuerza— ¿Podemos comenzar? No me gusta estar aquí.

—Si claro que sí, toma asiento —lo hago mientras comienzo a mover mi pierna de arriba a abajo con ansiedad— Sé que quizás esto pueda ser muy caótico y estresante, pero necesito que me narres como sucedieron los hechos ¿Está bien? El primer y el último ataque.

Asiento tomando aire mientras comienzo a relatar los abusos y la mujer que está al lado de la abogada escribe en su portátil a toda velocidad.

La mujer después de una hora vuelve con más carpetas mientras yo le entrego la libreta que me dio y habla con mi madre.

—Aquí tenemos todos los documentos del anterior procedimiento, tenemos las pruebas así que será fácil ir a juicio con el denunciado, aquí tenemos las fotos que nos brindaron de los daños, tenemos la denuncia de ustedes y otra que fue hecha por una adolescente hace un par de meses, en la cual acusa a Ivan Davis de compartir y divulgar fotos intimas de una menor de edad, sin contar la innumerable cantidad de reportes por peleas en vía pública y acoso cibernético.

No diré que me sorprende porque después de lo que me hizo lo considero completamente capaz, es un maldito idiota que no tiene ni una pizca de inteligencia y consideración. Ni siquiera logro comprender como es que en algún momento estuve con él.

—¿Puedo hacer una pregunta?

—Claro que si —la mujer me mira con una pequeña sonrisa amable.

—En caso que se logre proceder ¿Cómo se supone que será el juicio?

—Bien, te lo explicaré. El juicio ya ha comenzado, se están reuniendo las pruebas correspondientes, estamos esperando la contestación de la denuncia, depende de las declaraciones que él de en la contestación de la denuncia, si sus declaraciones no concuerdan con las tuyas ya que muchos sabemos que la mayoría de abusadores mienten para encubrirse, procederemos con la reunión de pruebas, luego de esto entraremos la fase de alegatos, esto quiere decir que irán a el careo en el cual ambos darán sus versiones de los hechos.

—¿Cómo saben que él dirá la verdad?

—Se puede negociar una reducción de condena para él denunciado, pero si el juez considera después de eso que los cargos no están para reducir la condena, no se hará.

Asiento.

—¿Algo más que desees saber?

—¿Cuánto tiempo de condena se le puede dar?

—Entre ocho y quince años de prisión, solo por el intento de abuso. En todo caso de que también se tenga en cuenta las dos veces que lo intentó, la filtración de fotos intimas de una menor, el ciberacoso y las multas por disturbios públicos estoy segura que serán más que esos.

—Bien yo... yo... yo quiero respirar un poco ¿Puedo salir por un rato?

—Claro que sí, me quedo con tu madre a terminar de hablar sobre esto ¿Bien? Tomate el tiempo que desees —asiento saliendo del lugar cojeando, no tardo en ubicar un pequeño parque cerca así que me detengo a sentarme en una banquilla.

Me jode que se esté repitiendo la situación que pasé y que no quería volver a vivir. Paso mis manos por mi cara cuando siento que mis ojos ya comenzaron a llenarse de lágrimas y me centro en mirar a los niños jugar en el césped, extrañamente me tranquiliza mucho ver a esos pequeños disfrutando de su niñez mientras quien parece ser su madre los persigue riendo.

El Contrato [1]Where stories live. Discover now