42. ¿No quieres ir a olvidar los nervios?

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Mason y yo entramos al auditorio donde será el concurso de academias de baile y nos ubicamos en nuestros asientos junto a mi madre y los padres de mi amiga.

Yo no bailaré porque bueno, me lastimé el tobillo hace unas laaargas semanas, casi meses, pero igual no pude practicar la coreografía, no pude hacer nada por la lesión, pero si estoy súper feliz de saber que veré a Diane bailando y disfrutando de lo que le encanta hacer.

Los padres de mi amiga hablan con mi madre sobre cosas que realmente no entiendo, así que me centro en jugar con la mano de Mason mientras me habla sobre que su familia ya compró los pasajes para el crucero. Estoy nerviosa, realmente lo estoy porque siento muchas cosas que no quiero sentir y las cuales sé que aumentarán hasta en octubre que es el viaje, no me quiero alejar, no puedo y eso es jodidamente peligroso y en un punto es enfermo.

—Lyvie ¿Me estás escuchando? —su voz mencionando mi nombre hace que una corriente de energía se desplace por todo mi cuerpo y este reaccione a él.

—Si... te estoy escuchando.

—¿Qué estaba diciendo?

—Hablabas sobre que tu familia ya compró los pasajes para el viaje.

—Dejé de hablar sobre eso hace diez minutos —dice mirándome extrañado— ¿Estás bien? Te noto muy ida.

—Estoy bien, solo estoy nerviosa por ver a Diane bailar.

—Mhm, ya veo. ¿No quieres ir a olvidar los nervios? —pregunta subiendo y bajando sus cejas de manera en la que entiendo que quiere decir.

—No gracias, paso —murmuro ignorando su sonrisa.

—Vaya, jamás te habías negado tan frívolamente hacia mis insinuaciones —me da risa que lo dice como si estuviera dolido, niego lentamente y le voy una leve sonrisa tonta.

—Eres muy bobo.

—Lo sé... —no termina de hablar cuando por medio de los parlantes se escucha la voz del presentador quien con gran alegría anuncia el inicio de la competición.

—Estamos muy felices de tenerlos a todos ustedes aquí y es por eso que para agradecer su presencia presentamos al equipo telonero de nuestro gran show. Con ustedes ¡El equipo!

—Que nombre más original —murmura Mason riendo.

—Eres muy criticón —mascullo aguantando la risa.

—Si ya sabes como soy, para qué me traes a estos eventos.

Niego entornando los ojos, ignorando a Mason y centrándome en ver a las personas que bailan en el escenario.

La canción, no podría saber cuál es, no tiene letra y no la encuentro conocida, pero aun así es muy pegajosa y bailable. Las personas del escenario lucen trajes neón que hacen que mis ojos duelan un poco, pero se ven muy bien en ellos.

Dan vueltas en el aire, en el piso, suben, bajan y wow, ninguno trastabilla. Yo con este pie lastimado ya me hubiera caído cien veces ahí arriba.

Ahora que lo pienso me da un poco de pesar saber que no podre bailar por mi pie lastimado ¿Hasta cuándo podré hacerlo de nuevo? No quiero pensar en eso. Juego con la mano de Mason mientras el grupo termina de bailar haciendo girar a una chica en el aire.

—¿Qué pasa si se cae y se rompe el cuello o una pierna? —pregunta Mason en un susurro muy audible, no llego a responder porque vuelve a hablar— Siguen bailando ¿No? El show no debe parar.

Lo miro con cara de susto y me da una sonrisa inocente.

—Claro que no, tienen que detenerse. Imagínate se muerte ahí mismo por la caída por no haberla atendido.

El Contrato [1]Where stories live. Discover now