El Contrato [1]

17. Juro que me encantas.

Al regresar al instituto, después de mi semana de suspensión, decido que es momento para tomarme el día para mí.

Suspiro tomando un bolso y metiendo mi libreta de escritos, algunos marcadores y colgando la cámara en mi cuello.

—Eva linda —voy a la habitación de mi madre, viéndola con muchos documentos a su alrededor, cuando entro comienza a meter todos los papeles apresuradamente en un sobre— ¿Qué pasa? —frunzo el ceño.

—Nada...

—Eva...

—En serio, nada.

Suspiro antes de asentir sin entender que le ha estado pasando estos últimos días.

—Me voy —digo con menos ánimos, dando media vuelta.

—Lyvie...

Me detengo y volteo.

—Te quiero, hija.

—Yo a ti, mamá.

Salgo de casa, mientras camino por las calles que dan paso al parque al que suelo venir con Diane.

Mi móvil suena mientras me siento en el césped esperando que la inspiración llegue a mí, el nombre de Mason adorna la pantalla y no tardo en contestar.

—Hola fotógrafa sexy.

Despliego una sonrisa en mis labios al escuchar su voz.

—Hola guitarrista alemán.

—¿Cómo estás? —pregunta mientras escucho como si se estuviera moviendo.

—Bien —respondo un poco extrañada, nuestras conversaciones jamás son así.

A pesar de que me gusta hablar con él, me prometí a mí misma que hoy tendría una tarde para mí, así que suspiro.

—Mason, la verdad es que... bueno estoy en el parque intentando hacer unas fotos y escribir un poco ¿Te parece si hablamos más tarde?

—Claro rubia, hablamos luego.

—Bien —sonrío antes de colgar la llamada y centrarme en mis escritos.

Repaso lo que escribe por última vez, habla de sueños ¿Cuándo escribí esto? Veo la fecha y fue escrita en marzo, vaya, sí que ha pasado mucho tiempo.

Mientras me llega inspiración enciendo mi cámara y desde donde estoy tomo algunas fotos del lugar y de algunas personas que se ven interesadas en lo que hacen. Desde una mujer joven con audífonos y mirada perdida, hasta a una pareja acostados en el césped mirando al cielo.

Bien, tomo mi libreta y un bolígrafo empezando a escribir diferentes cosas que luego puedo conectar, comienzo con palabras claves que pueda utilizar y luego las voy agregando conforme el contexto de lo que escribo.

Todo lo que quiero sentir..., pero no lo hago.

Admito que el título es algo triste, pero describe de manera genial todo lo que escribí.

Una relación que siente mucho, pero puede poco.

Suspiro antes seguir tomando algunas fotos y escribir algo más.

Me recuesto en el césped, con mi mirada perdida en las nubes y en el árbol que hay arriba mío, el cual hace sombra en mi rostro.

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Cuando llego a casa no tardo en revisar si tengo alguna tarea pendiente en el instituto, al ver que no hay nada que tenga que hacer pido algo de comida y me ducho en lo que espero que llegue.