28. Daño.

927 100 17
                                    

Este capítulo contiene contenido sensible relacionado al abuso, leer bajo tu propia responsabilidad. 

• • • • • •

Por mi mente pasan todos y cada uno de los momentos en los cuales Ivan me hizo daño, pero el que más se repite es el detonante, lo que hizo que diga basta y que me separe de él.

Sus manos pasando por mi cuerpo haciendo que me remueva incomoda.

—Ivan, detente. No quiero —intento detenerlo cuando siento sus dedos prendiéndose de mi pantalón intentando bajarlo.

Gruñe cuando le niego el acceso apretando mis piernas.

—Ivan no quiero —repito cuando arranca mi blusa lastimándome la piel— ¡Ivan! —siento el terror cubrir mu cuerpo cuando toca el pequeño botón del auto poniendo seguro en las puertas— ¡Suéltame! —lo empujo, pero su cuerpo choca con el mío nuevamente haciéndome llorar más— Ivan no quiero, por favor...

No se detiene, sus manos pasan por mi cuerpo haciéndome sentir arcadas.

—¡Ayuda! ¡Por favor ayuda! —grito removiéndome en el lugar intentando alejarlo y que me suelte.

La mano de Ivan impacta contra mi mejilla mientras sus asquerosas manos pasan por mis labios.

—Te callas o te juro que...

—Suéltame ¡Ivan no quiero! ¡Ahora no quiero!

—¡¿Y cuándo me dejaras follarte?! —su mano impacta contra el timón del auto, haciendo que el claxon suene fuertemente—, me dejas follarte ahora de buenas maneras o te follo como sea, me importa una mierda que quieras o no. Llevo meses esperándote ¡Meses!

—No quiero Ivan, no me siento lista —sollozo intentando abrir la puerta del auto para salir, pero no puedo porque está con seguro para niños—. Por favor me quiero ir...

—No te largas de aquí hasta que me dejes follarte.

—¡No quiero! —mi respiración agitada hace que me duela el pecho.

Su mano impacta contra mi mejilla antes de que su mano se cierre en mi cuello ahorcándome dejándome sin aire.

—Ivan... —murmuro tomando su mano y halándola hacia atrás para que se detenga.

Subo mi pie lentamente, sin que se dé cuenta y armándome de valor toco el botón para desactivar los seguros, golpeo su estómago con mi puño y se separa rápidamente antes de que yo pueda abrir la puerta y salir corriendo a toda velocidad por las calles vacías y oscuras, no sé cómo, pero logro divisar a una pareja de hombres que me miran con preocupación, después de todo voy sin camiseta.

—¡Ayuda! Por favor, ayuda...

Se acercan a mí a toda velocidad intentando levantarme del piso porque mis piernas fallan.

—Por favor, me han hecho daño... —lloro desconsoladamente mientras ellos me levantan del piso y me ayudan a caminar hacia un policía que hay cerca, después de eso me llevaron a la comisaria donde llamaron a mi madre y me hicieron un cuestionario cuando yo solo quería llegar a mi casa ducharme y dormir.

Luego de ese suceso vinieron psicólogos y terapia.

Dejo de lado los recuerdos mientras suplico que me suelte.

—Ivan por favor... No le diré a nadie, te lo juro, solo no me hagas daño —suplico cuando siento su asquerosa mano pasar por mi pierna mientras sus labios se pegan a mi mejilla— ¡Ayuda! —grito con todas mis fuerzas intentando soltarme.

El Contrato [1]Where stories live. Discover now