"¡Es un hecho! La mafia de los Black Dragon ha renacido de entre las cenizas y en tan poco tiempo se ha vuelto casi tan poderosa como Bonten, la mafia número uno de Japon."
"Brahman ha perdido contra la nueva generación de los Black Dragon y ahora s...
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El más alto tocó la puerta dos veces antes de abrirla y hacerle un ademán a los dos rubios para que entraran.
La habitación era grande, con grandes ventanales de cristal con vista a la ciudad y un escritorio de madera enfrente, con una silla parecía a un trono de color negro con detalles dorados. A la izquierda había una maquina expendedora llena de Dorayaki y Taiyaki mientras que a la derecha se encontraba una mesa de billar.
Y en el gran trono se encontraba un chico de veintitrés años vistiendo una camisa negra de mangas largas, su cabello era corto y blanco a la altura de su barbilla, su piel era blanca y debajo de sus ojos llevaba unas ojeras pronunciadas pero a pesar de eso era muy hermoso.
A pesar de que era la primera vez que Hanagaki lo veía en persona se veía igual a las fotografías que tenía a las cuales les lanzaba cuchillos en su tiempo libre.
Este jugaba con un Taiyaki en forma de pescado simulando que nadaba en el fondo del mar, su rostro era inexpresivo mientras jugaba tranquilamente.
—Aquí están— informó Draken poniéndose junto al líder de Bonten.
El chico dejó de jugar antes de levantar su vista a los dos rubios delante de él.
Takemichi sintió repulsión e ira de solo verlo frente a frente, quería correr hacía él y ahorcarlo con sus manos o matarlo lentamente con un cuchillo, perforarle sus entrañas. Pero de inmediato abandonó esos pensamientos y colocó su máscara que había creado para engañarlo.
El peliblanco los examinó a cada uno con su mirada, tenía una buena capacidad para que el ambiente a su alrededor fuera frío, haciendo que luzca imponente a pesar de que no lo hiciera intencionalmente.
—¿Sus nombres?—preguntó el peliblanco.
—Chifuyu Matsuno.
—Takemichi Hanagaki.
—¿Iniciaron la pelea?— Luego preguntó en un tono glacial.
Parecía que tenía gran control ahí puesto que ya le habían informado lo que había pasado.
—No— respondió Matsuno con tranquilidad.
Mikey pasó su mirada de Matsuno a Takemichi quien lucía más firme ante la situación.
—Conocen las reglas, ¿No es así?—Ambos asintieron y Mikey continuó— ofendieron a siete de mis miembros en Bonten.
Takemichi quería replicar, responder con sarcasmo pero se contuvo y permaneció en silencio.
—Están fuera— finalizó indiferente mientras volvía a tomar su Taiyaki para volver a jugar.
Takemichi se lo esperaba y quería sonreír pero en cambio habló.
—¿Estás seguro de ello?— cuestionó Takemichi.
Chifuyu lo miró con asombro, sabía que todo esto era parte de su plan sin embargo no estaba seguro de lo que trataba de hacer, ¿A caso quería provocarlo? Si era así entonces esperaba que no fuera por el rencor que le tenía ya que algo que Chifuyu conocía muy bien de Takemichi era que es una persona impulsiva.
