Is My Revenge

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Eran las once de la noche cuando llegaron al almacén para hacer la descarga de diferentes mercancias, entre ellas armas militares y algunos paquetes de la nueva droga que lanzaría al mercado en unos días

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Eran las once de la noche cuando llegaron al almacén para hacer la descarga de diferentes mercancias, entre ellas armas militares y algunos paquetes de la nueva droga que lanzaría al mercado en unos días.

Esos dos días habían transportado la mercancía al almacén para después comenzar la distribución en algunos días.

Inupi bajó del asiento del copiloto y se dirigió a la parte trasera del camión la cual abrió, adentro estaban varios miembros de Black Dragon que se encargaban de asegurarse que la mercancía no sufriera ningún daño. El rubio les hizo una señal a sus compañeros para que comenzarán a bajar la mercancía.

Otros de los miembros que se encargaban del almacén también salieron ayudar a llevar la mercancía, el administrador del lugar se acercó a Inupi y comenzaron a administrar que todo estuviera completo y no faltara nada.

Mientras que los hombres sacaban la mercancía el rubio se alejó unos pasos y prendió un cigarrillo, le dio una calada y dejó salir el humo mientras miraba la luna. Esa noche lucía grande y redonda, el ambiente era muy tranquilo y la brisa soplaba suave, despeinado un poco sus mechones rubios.

En en el momento que su cigarrillo se encontraba por la mitad, cinco carros negros blindados llegaron de repente frenando de golpe y al siguiente segundo salieron al rededor de veinte hombres en total, todos vistiendo el uniforme de Bonten y portando diferentes armas.

Inupi soltó el humo y tiro el restante de su cigarrillo contra el piso, el momento había llegado. Sus hombres no se quedaron atrás y sacaron también sus armas, comenzando una batalla entre ellos.

Bonten les llevaba ventaja ya que los superaban por siete hombres por lo tanto el resultado de la batalla fue muy obvia. Todos los hombres que habían venido con Inupi estaban tirados en el piso con balas perforadas en sus cuerpos.

Inupi levantó su pistola y les apuntó a los ocho miembros del bando contrario que habían sobrevivido. Takemichi había tenido razón, Bonten se aseguró de mantenerlo vivo.

Una silueta alta de traje salió por detrás de esos hombres, su cabello blanco se movía por la brisa nocturna, su rostro era tranquilo y lleno de elegancia justo como siempre había sido. Kokonoi lucía tal y como lo había visto la última vez, solo que esta vez no lucía sorprendido por su presencia.

-Baja el arma Inupi-dijo Koko dando unos pasos hacia él-no nos obligues a lastimarte.

El rubio bufó ante sus palabras.

-Mataron a mis hombres, ¿Por qué debería bajar mi arma?-cuestionó.

El peliblanco suspiró rendido y se giró hacia sus hombres dándoles un asentamiento con la cabeza, estos bajaron sus armas y dejaron de apuntarle al chico.

-No quiero lastimarte así que por favor no pongas resistencia.

Si tenía que hacer esto, entonces no se lo dejaría fácil. Takemichi le había dicho que hiciera lo que quisiera siempre y cuando no los provoque demasiado como para que lo mataran.

Dangerously | MiTakeWhere stories live. Discover now