Suspicions

3.4K 504 69
                                    

—Necesito que vengas, Mikey— dijo Sanzu con rostro serio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Necesito que vengas, Mikey— dijo Sanzu con rostro serio.

El hotel estaba casi limpio por completo y estaban a punto de irse hasta que Sanzu regresó después de inspeccionar  que todo estuviera quedando limpio.

Todos siguieron a Sanzu que los guió hasta una de las oficinas privadas del primer piso dónde administraban todo el casino.

El interior no era tan diferente a cómo había sido cuando llegaron; la habitación estaba manchada de sangre tanto las paredes como el piso y el escritorio pero lo que destacaba de ello era el cadáver dentro.

Todos habían muerto por heridas de bala en el casino sin embargo la persona dentro de la oficina había muerto de una manera más despiadada. Las extremidades estaban fuera de su torso, se las habían cortado en una herida no limpia lo que significaba que tardaron en cortarle las extremidades por lo tanto ese hombre había agonizando hasta la muerte.

Lo peor de eso era que la cabeza permanecía aún unida a su torso pero tenía golpes de lo que parecía ser un bate con púas o clavos, le habían perforado el cráneo y deformado por completo la parte superior del rostro.

—¿Por qué murió diferente a los demás?—preguntó Takemichi con falsedad.

Él personalmente lo había matado esa misma noche y había conservado todas esas piezas para que Hanma las llevara a ese lugar. Una parte de su venganza se había cumplido con ello puesto que ese hombre era el que había aparecido de la nada y matado a Hinata.

Y eso era solo un aviso por parte de Takemichi de lo que sucedería de ahora en adelante. Era despiadado sí, pero ese chico no había tenido piedad alguna en matar a alguien inocente.

—Algo me dice que lo que están haciendo los Black Dragons es por algo personal—opinó Draken mirando la escena con desagrado.

Mikey suspiró y se giró hacia Baji.

—Ya es tarde, acompaña a Takemicchi y tú rubio y asegúrate que lleguen bien, no debemos bajar la guardia.

Baji asintió ante las ordenes del pelinegro y guió a Chifuyu a la salida con Takemichi siguiéndolos por detrás.

—Nos vemos mañana, Takemicchi—sonrió Mikey despidiéndose de él.

El rubio solo pudo sonreír y en el momento en que volvió su vista al frente y no lo observaba su rostro se volvió frío y lleno de disgusto.

Realmente había soportado mucho ese extraño comportamiento por parte de Sano, odiaba no saber por qué lo trataba así sin embargo sabía que debía cuidarse y no caer en sus juegos. Tenía que soportar y fingir cada vez que estuviera con el pelinegro aunque le disgustara estar cerca de su presencia.

Miró de reojo a sus espaldas observando por última vez la escena que había preparado gracias a Hanma y pudo sentirse satisfecho por ello.

—Los llevaré, ¿Dónde viven?—preguntó Baji una vez salieron del hotel.

Dangerously | MiTakeWhere stories live. Discover now