Infiel |Kookgi|

³ Algo malo sucedería.

El silencio reinaba en el lugar, todos en un sepulcral silencio que ni con el mínimo ruido se podría romper.

Yoongi iba mirando desde la ventana el hermoso paisaje, ignorando al castaño que iba a su lado conduciendo. No lograba entender cómo es que de la nada tuvo las ganas de ir a dejar a sus hijos, no lograba entender esa retadora forma de hacer que sus hijos estén siempre en su contra cuando se trataba de Hoseok.

Parecía que lo odiaba y la verdad no entendía por qué, jamás le había hecho algo, siempre fue bueno con él desde que se conocieron, tratando de llevarse bien con Jungkook por él, porque sabia cuanto lo amaba y lo importante que era en su vida.

Pero parecía que nada había servido pues Jungkook siempre tuvo esa forma tosca de tratarlo, sin una mínima de seriedad y disimulo. Ignorandolo la mayoría del tiempo cuando quería entablar alguna conversación ante lo tenso del ambiente, sin lograrlo.

Era estúpido su comportamiento tan negativo y poco amigable.

Fue el primero en bajar cuando la camioneta se detuvo, ayudando a sus hijos a bajar y teniendo que soportar la ignorancia de su hijo por seguir enojado con él.

Jungkook también se bajo tomando de la mano a Taehyung, ambos caminando hacia la entrada de la escuela donde todos los padres despedían a sus hijos. Soltó un fuerte suspiro entristecido, odiaba estar enojado con alguno de sus pequeños.

— Tae no te odia papi. — Bajo su mirada para encontrarse los iluminados e inocentes ojos de su hijo, quien le regalaba una hermosa sonrisa y tomaba su mano con suavidad.

Le regalo una dulce sonrisa antes de encaminarse con el para encontrarse con su esposo que los esperaba.

Despidiéndose de sus hijos los vio entrar, viéndolos correr mientras iban hasta su aula, sonriendo mientras la maestra les decía que estarían bien.

Sabía que sus hijos estarían bien, y la verdad esperaba que las cosas se arreglaran entre Taehyung y él, no le gustaba pelear con su pequeño; era su adoración, su hijo.

Odia todo lo que estaba pasando entre Jungkook y él, en su matrimonio, parecía que todo lo que había creado con amor se estaba derribando lentamente, creando una enorme brecha que poco a poco dejaba de tener solución. Le asustaba que aquello sucediera, que todo lo hermoso que había creado desapareciera de la nada dejándolo en la nada; no era lo que quería para sus hijos ni para él.

Sus pequeños no merecían vivir con ello, con un matrimonio que lentamente se iba rompiendo, y por más que trataba de solucionarlo no podía, Jungkook había alzado una gran barrera que no le permitía avanzar, poder intentar arreglar las cosas.

— ¡Yoonie Hyung! — una chillona y alegre voz hizo que saliera de sus pensamientos para voltear y encontrarse con su mejor amigo.

Aquel pelirrojo que tenía una enorme sonrisa mostrando aquellos hermosos surcos en las esquinas de sus labios, sus brillantes y blancos dientes reluciendo, agitando su mano con emoción, acercándose a la pareja que lo veía, el primero con una pequeña sonrisa y el segundo con el ceño fruncido.

— Hoseok — saludo cuando lo tuvo enfrente.

— Hey, Jeon — hizo una corta reverencia para el castaño que solo soltó un bufido para ignorarlo, Hoseok no dijo nada, ya estaba más que acostumbrado a la indiferencia del hombre. — ¿Estás listo?

— Clar-

— Nos tenemos que ir — tomó del brazo al pelinegro quien lo miraba con el ceño fruncido, pidiéndole en silencio que lo soltara, cosa que no iba a pasar. — Te espero en el auto.

Jungkook le regalo una última mirada al pelirrojo para darse la vuelta y alejarse hacia su automóvil y subirse esperando por su esposo. Yoongi no lo podía creer, esto realmente no estaba pasando.