Infiel |Kookgi|

⁶ Infiel

Los gruñidos, suspiros, jadeos, gemidos, el choque de pieles llenaban por completo la enorme habitación, siendo testigo de como aquellos amantes se entregaban a la lujuria, al pecado carnal que los incitaba a seguir haciéndolo, entregándose una y otra vez sin importar lo demás.
 
Labios forrándose con los contrarios, manos juguetonas, inquietas, deseosas de tocar más piel, de hacer un perfecto y pulcro recorrido por lo desconocido, -o lo ya conocido- entregándose a los deseos carnales, a la pasión desmedida.
 
Un juego lujurioso y sucio, lleno de trampas, de mentiras.
 
— ¡Oh, más, si, más! — su fino cuerpo se arqueo al sentir como su punto sensible era tocado sin piedad, justo como le gustaba, sus uñas enterrándose en la perfecta piel, rasgando, marcando lo que creía pertenecerle. — ¡Jungkook!
 
El castaño gruñía mientras seguía embistiendo, buscando los esponjosos labios de su amante, entrelazando sus dedos sin importarles que sus anillos de matrimonio relucieran en sus dedos anulares, no tenían ningún significado en ese preciso momento donde sus cuerpos se estaban entregando al deseo.
 
Jungkook no estaba pensando en nada más que en lo hermoso que se veía su amante bajo su cuerpo, siendo llenado por él, viéndolo volverse loco por él, gritando y agonizando de placer.
 
Olvidando que hoy tenia una cena con sus suegros, que había dejado plantado a su esposo, que ni siquiera estaba dispuesto a volver hoy a casa, -aunque ya no la sintiera como una-.
 
Enterró su rostro en el cuello ajeno, dejando húmedos besos, su lengua jugando con la piel, sus caderas arrematando con las contrarias, hundiéndose lo más profundo que podía, a punto de llegar al éxtasis.
 
— Mgh... Jungkook... ¡Dios! — y los chorros de semen se esparcieron por ambos abdómenes.
 
Jungkook dando las últimas embestidas antes de llenar por completo el interior de su amante, dejando que su cuerpo cayera encima del otro, tratando de recuperar el aliento.
 
¿Qué lo llevaba hacer esto?
 
Jungkook se dejo caer a lado de su amante, dejando su espalda descansará en el respaldo de la cama, tomando entre su mano su teléfono.
 
Yoonie ♡
 
No te olvides de la cena de hoy.
6:34 p.m.
 
Yoonie ♡
 
Siete llamas perdidas.
 
— ¿Por qué aún lo sigues tenido como Yoonie? — escuchó la voz recelosa de su amante a su lado.
 
— Seokjin, ya hablamos de esto — soltó con cansancio mientras dejaba de nuevo su teléfono en la mesita de noche.
 
— Es que no entiendo por qué no lo dejas aún, tú me prometiste que te divorciarías de él. — reclamo con evidente fastidio.
 
— Es lo mismo que tu me dijiste que harías con Namjoon. — reprochó.
 
— Sabes por qué no lo he hecho. Quiero hijos Jungkook, y tú no quieres dármelos.
 
— Sabes que no le haría eso a Yoongi, son todo para él. — su voz se escuchaba cansada, odiaba ese tema de conversación que ahora se repetía con frecuencia, llevándolo a cansarse.
 
— Porque no quieres, deberías dejar de pensar en él y empezar a pensar en nosotros. Yoongi es un hombre frío, no le dolerá que sus hijos se alejen de él para empezar con nosotros, como una familia. — se cruzo de brazos desviando la mirada hacia la ventana cubierta de cortinas oscuras en aquel Hotel de cinco estrellas donde ya eran frecuentes sus encuentros.
 
— No debes ser egoísta Seokjin, ya me tienes a mí, no pidas algo que no será posible. — soltó con tosquedad, tratando se hacerlo entender. — Podemos adoptar.
 
— Yo no quiero compartir al mismo padre. — Seokjin lo miró con furia, lleno de rencor y celos. — Son ellos o no son nada. — Egoísta.
 
Jungkook soltó un profundo suspiro mientras negaba, sabiendo que no lo haría cambiar de opinión por más que se empeñara en ello.
 
Podría ser todo, infiel, alguien podrido, grosero, sin escrúpulos, que había cometido error tras error durante los últimos meses, que había tenido el maldito descaro de engañar a la persona que alguna vez amo, a la que le prometió amor eterno y protección, pero jamás cometería el error de alejarlo de sus hijos, sabia lo importantes que eran para él.
 
Las noches de desvelos, la falta de esperanzas, el llanto. Eso jamás podrían sacarlo de su memoria, pues Yoongi se había aferrado, deseoso de ser padre, luchando contra todos para tener a esos dos pequeños de los que se había enamorado apenas los vio; solo una mirada necesito para querer tenerlos a su lado.
 
Aunque todos hablaran y hablaran de lo frío y serio que era Yoongi, nadie lo conocía tanto como él, toda faceta de él ya la conocía, desde la más furiosa hasta las más triste. Jungkook había sido dichoso de poder conocer lo que Yoongi escondía detrás de esa seriedad.
 
Un ser amoroso, inseguro, miedoso, fuerte, luchador, encantador.
 
Y teniendo y conociendo todo ello aún no podía entender cómo es que el amor había terminado, qué lo llevó a querer engañarlo, enredarse con alguien más, qué lo había llevado a terminar entre las sábanas de Seokjin, su mejor amigo.
 
Aún no lo tenía claro, lo sabía, pero, sin embargo sabía que ya no lo amaba -o al menos eso creía-, que ya nada era como cuando lo conoció y sintió ese hechizo siendo lanzado, haciendo que le fuera imposible apartar la vista de aquel hermoso pálido que solo trataba de esquivarlo.
 
Fueron momento lindos que siempre piensa atesorar con su corazón, porque nadie borraría todo lo que vivieron, los malos y buenos momentos, aquellos dos lados de la moneda que nadie más conocía, solo ellos.
 
Amaba a sus hijos, y se sentía miserable estar dejándolos de lado solo para estar entre las piernas de Seokjin, cumpliendo todos sus caprichos, su demandante, complaciéndolo con cada acosa que quería, desde tenerlo abrazándolo cada noche hasta llevarlo a los más lujosos restaurantes para pasar un tiempo juntos en "pareja".
 
No sabia lo que sentía realmente por Seokjin, si era amor o solo placer, un simple capricho. Pero ahí estaba, a su lado, complaciéndolo, prometiéndole un futuro juntos, un por siempre.
 
No sabia si lo sentía vivido, si aquello lo sentía anhelante, deseando que realmente sucediera y que ambos tuvieran un futuro próspero, siendo felices. Aunque lo que sí tenía muy presente y decidido era que quería seguir con esto, mantenerse a lado de Seokjin no importando de que forma fuera.