⁵ Cena

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Yoongi se había encargado de esquivar a su esposo toda la semana, encargándose de llevar a los niños al colegio para ir directo a su oficina y encerrarse hasta el anochecer cuando sabía que sus pequeños ya descansaban y que no harían preguntas de porqué lloraba.
 
Las heridas de sus muñecas aún seguían siendo visibles, viendo el rojizo en estas, teniendo que cubrirlas con playeras de manga larga, lejos del alcance de los demás. No quería que nadie se enterara de lo que lamentablemente estaba pasando con su esposo, no quería echarle la culpa cuando sabía que la tenía.
 
¡Por dios!
 
Estaba permitiendo que le alce la mano, que lo maltrate y denigre sin dejarlo defenderse, y es que lo amaba que era imposible ir en su contra, no obedecer a lo que este le pedía. Por eso una vez más estaba dejando que el castaño hiciera con su cuerpo lo que quisiese.
 
Sintiendo como entraba una, otra, otra y otra vez más en su interior, la rudeza estaba ahí pero no tenía las energías como para quejarse, sabia que si lo hacía recibiría un castigo que lo haría pedir perdón por la gran falta que había cometido.
 
¿Todo aquello estaba bien?, ¿A dónde se estaba yendo su esencia?, ¿El coraje que lo caracterizaba?
 
Solo por una persona podían olvidar todos sus principios y dejarse manipular, por un hombre que solo jugaba con él, lastimándolo cada día sin descanso.
 
— Sí, sí, muy bueno. — Jungkook gemía ronco contra el oído del pálido, pisando su interior con fuerza, sin importarle la incomodidad y poco placer de su esposo.
 
Yoongi solo se mantenía callado, quieto, como un muñeco manipulable, sin habla, sin movimiento. Siendo usado las veces que el castaño quisiera, realmente ya no le importaba si con eso tenia al menos él tacto de su esposo.
 
Estaba mal y lo sabía bien, no era lo que él quería, no pensó que así terminarían las cosas, que todo lo hermoso se borraría en un parpadeo.
 
No sabia que había hecho mal, que es lo que había ignorado o cuál había sido su error para que el castaño se alejara de él, de sus hijos, de su familia. Y aunque no era su culpa trataba de creer que era así, culpándose de algo que no le correspondía, porque siempre ha sido un buen esposo, un padre maravilloso que siempre buscaba la forma de estar a lado de sus hijos, una persona comprometida que solo tenía ojos para Jungkook.
 
Lo amaba, lo quería y siempre había sido así desde que se volvieron novios, cuando se juraron amor eterno en el altar, cuando tuvieron a sus pequeños, siempre se había encargado de mostrarle que lo amaba, que aunque en ocasiones las palabras que tanto quería escuchar no salieran de su boca, siempre trataba de mostrarlo con acciones, buscando su calor, mimándolo, complaciéndolo, demostrándole con cada minino detalle que lo amaba y que así sería siempre.
 
Pero... ¿Qué es lo que había hecho mal? Tal vez necesitaba decirlo, que dijera lo que le costaba en ocasiones, porque en ocasiones, las palabras valen más que las acciones.
 
— Te amo — un suave susurró, decía más que mil palabras, mirando con esperanza, queriendo escuchar una respuesta, que le dijera que todo estaba bien, que nada había cambiado.
 
Sin embargo... aquello jamás llegó, solo un roto beso, un silencio seco que hizo que las lágrimas se acumularán en sus lagrimales, sintiendo su pecho arder, siendo aplastado con fuerza, sintiendo como miles de pinchazos se enterraban en su piel.
 
— Quiero darme un baño — alejo el cuerpo del castaño, poniéndose de pie mientras sentía esa opresión que lo estaba asfixiando, necesitando de aire.
 
Ni siquiera espero a que Jungkook le dijera o reclamara algo, cerrando la puerta del baño con seguro, sintiendo como su cuerpo temblaba, sus piernas apunto de derrumbarse dispuestas a dejarlo caer.
 
La lluvia artificial caía por todo su cuerpo mientras los primeros sollozos eran opacados por el ruido del agua golpear contra la loseta. Sus manos sosteniéndose de la pared mientras su cuerpo se agitaba por cada sollozo, por cada lamento.
 
No era justo, no lo era y la verdad no tenía un plan, no sabia que hacer para que toda esa pesadilla se acabará de una vez, que todo volviera a lo que era antes, donde Jungkook era un ser lindo y dulce, que siempre le repetía lo hermoso que era y lo cuan afortunado era de estar a su lado.
 
¿Cómo iba a recuperar su relación?, ¿Qué es lo que haría para que todo fuera como antes si todo estaba ahí? No sabia que es lo que necesitaba, que faltaba.
 
Divorcio.
 
Aquel pensamiento lo asusto demasiado, le aterraba pensar en esa posibilidad, pero es lo único que ahora ocupa su mente, y tal vez lo haría por un largo tiempo mientras seguía sintiendo ese miedo, el terror de perder a la persona que amaba.
 
Pero... ¿Era correcto?, ¿El divorcio era lo mejor?
 
Tenía miedo.
 

Infiel |Kookgi|Where stories live. Discover now