¹⁰ Cara a cara

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— ¡Papi, papi! — Yoongi recibió en sus brazos a su pequeño mochi, dándole diversos besos en sus pomposas mejillas.

Había olvidado por completo a sus pequeños que se sintió tan mal por eso, se lamento en los brazos de Hoseok quien le repetía una y otra vez que no era un mal padre.

— Taehyungine — abrazo con fuerza al pequeño quien también se aferro con fuerza a su padre, enterrando su rostro en el cuello pálido de este. — Mis pequeños, papá lo lamenta tanto.

Tanto Jimin como Taehyung negaron con una sonrisa en su rostro, abrazándolo con fuerza, viendo lo triste que se notaba. Porque aunque fueran niños no eran tontos, sabían que su papi no estaba bien.

Nececitaba todo el amor posible y ambos estaban seguros de que se encargarían de ello, no dejarían solo a su papi Yoon.

— TaeTae y yo te extrañamos mucho, mucho — Jimin repartió besos por el rostro de su padre, haciéndolo reír por primera vez después de semanas.

— Papá también los extraño demasiado — le regalo una enorme sonrisa, sus pequeños solo podían lograr aquello, eran lo único bueno en su vida ‐y Hoseok, por supuesto-.

Era hora de ir a casa y poder pasar tiempo con sus hijos... espera, ¿casa?

¿Aquel lugar frío podía llamarlo casa?

No, esa no era una casa de verdad, no había calidez ni amor, solo era un lugar vacío sin ninguna emocion, con pocos recuerdos que podían llegarla a iluminar.

Él tenía que crear su propia casa, una donde solo se sintiera amor, donde sus hijos pudieran sentir en paz, sin gritos, sin llantos, sin dolor.

Para Yoongi sus hijos eran su casa, una acogedora y linda casa. Él también quería ser la casa de sus propios hijos hasta que ellos mismos pudieran encontrar su propio hogar.

Era momento de volver al mundo real, afrontar todo lo que venía, poder controlar aquella tormenta que venía con tanta fuerza a derrumbarlo, no se dejaría, ya no más.

Ya se había caído muchas veces, heridas nuevas se adherian a su cuerpo, unas más profundas que otras, pero seguía de pie y no se dejaría caer muy fácil.

— Es momento de ir a nuestra nueva casa — les sonrió con tanto amor que los infantes no preguntaron la razón, muy en el fondo de sus pequeños corazones sabían la razón.

— Es momento de ir a nuestra nueva casa — les sonrió con tanto amor que los infantes no preguntaron la razón, muy en el fondo de sus pequeños corazones sabían la razón

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— Deja de lamentarte, sabias que esto pasaría en cualquier momento.

— ¡Pero no así! — Jungkook gritó mientras sus manos apretaban su rostro con frustración. — No así, yo... su rostro... no.

Seokjin rodó los ojos con fastidio, sin poder creer que todavía siguiera importándole todo lo que sintiera Yoongi.

¡Lo engaño, por dios! No era la gran cosa. La verdad ya había sido revelada y no se podía hacer nada más, solo tenían que seguir su camino y ya, pero parecía que Jungkook no pensaba lo mismo.

Infiel |Kookgi|Where stories live. Discover now