Un laberinto sin salida, que día a día consumía a Matsuno, el estar en una relación amorosa no debía ser doloroso, no sabía cómo había terminado siendo una apuesta para Keisuke, pero de algo estaba seguro, sí esto era un juego, no sería el único con...
—Inupi, es... este pue- El rubio intento controlar su voz para no preocupar a su amigo, sin embargo, el nudo en su garganta apenas y lo dejaba hablar. —Puedes, soy un desastre. –logró decir.
—Chifuyu, no entiendo lo que dices, ¿Estás bien?. –Chifuyu escucho una segunda voz preguntando si había pasado algo malo, al parecer Inupi se encontraba con Koko, no quería arriesgarse a que Hajime se enterará de su estado, tenía miedo de que le avisará a Baji.
—¿Es-estás solo? –estaba rogando internamente que su amigo captará la indirecta y se alejará por un momento de Koko, afortunadamente Inupi lo hizo, escucho como le decía a Hajime que saldría un momento y este le respondía que se tomará todo el tiempo necesario.
—Ok, ya lo estoy, ¿Qué ha pasado?. –Seishu escucho un fuerte suspiro del otro lado de la línea, acto que lo preocupo, Chifuyu claramente estaba llorando y en el tiempo que llevaba siendo amigo de Chifuyu Matsuno jamás lo había escuchado en ese estado, siempre era todo sonrisa, una persona relajada.
—Lo siento, sé que estás pasando tiempo con Koko, pero por favor
—¿Dónde estás?
—Gracias
Se encontraba a 10 minutos de la casa de Keisuke, para ser concretos en el parque donde era un punto de reunión de todo ellos, fue lo que le dijo a Inupi antes de terminar la llamada, sabía que su amigo no tardaría en llegar, ya que el departamento de Koko estaba relativamente cerca.
El rubio cerro sus ojos por un momento pensando en todo lo que había sucedido minutos atrás, no entendía como una persona podía fingir algo así por cuatro meses, se sentía totalmente herido por Baji y no solo por el azabache, también por Kazutora, desde que empezó a salir con Baji se hizo muy cercano a Hanemiya, los tres pasaban muchas tardes viendo películas y comiendo golosinas, él jamás lo vio como un mal tercio como muchos de sus otros amigos le decían en broma, así como pasaban mucho tiempo juntos, Kazutora respetaba su espacio con Baji, era muy común que Hanemiya no llegará los fines de semana a dormir para darles momentos a solas.
Necesitaba que alguien le explicará cómo llegó hacer el objetivo para Baji y Kazutora, no sabía que creer de los hermanos Haitani, porque no tenía mucha relación de amistad con ellos, pero le dolía pensar que todo fue un simple juego para ellos, cuando el cada día se enamoraba más de Baji Keisuke.
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—No te obligaré hablar, por el momento, pero Takemichi no dejará pasar esto, lo sabes.
Lo sabía, tampoco era algo que iba a ocultarles a sus amigos, tenía claro que debía contarles por qué se encontraba de esa manera, sin embargo, sentía que no podía hablar en esos momentos, había llorado demasiado cuando Inupi apareció frente a sus ojos.
El rubio estaba agradecido que su amigo no preguntará nada cuando se lanzó hacia él buscando consuelo, Inui solo se dedicó a abrazarlo y darle palmaditas en la espalda diciéndole que expulsará todo de su sistema, que él estaba ahí.
