Capítulo 32

671 63 21
                                    

—Todo terminó–Chifuyu ahogó nuevamente el llanto y sus lágrimas salieron recorriendo sus mejillas, su cara era un desastre y sus ojos se encontraban rojos, su voz ronca y el dolor en su garganta se hizo presente, aunque había logrado controlar su respiración y el hipo provocado por el llanto, su voz seguía siendo inestable y su pecho dolía.

Sus dos amigos lo miraban preocupados, porque cuando llegaron al departamento, siendo Inui el primero en ingresar al lugar decidió subir al cuarto de su amigo y lo encontró echo un desastre en llanto, se asustó tanto al escuchar los sollozos de su amigo, como si el rubio estuviera desahogando todo el cúmulo de sentimientos que tenía reprimido y sabía que eso estaba sucediendo, pero es que nunca había presenciado ese estado de Chifuyu, posiblemente estos meses desde que Matsuno se enteró de la apuesta se había acostumbrado el ver llorar más seguido a su pequeño amigo, pero en este momento Chifuyu parecía estar ahogándose en lágrimas y desagarrándose por dentro, podía imaginar el dolor inmenso de su amigo ahí acurrucado en su cama, su corazón se encogió y sin pensarlo se acercó rápidamente a él para abrazarlo, asustando a Chifuyu en el proceso pero dejando que lo consolará, Inui no sabía cuánto tiempo el menor llevaba de esa manera y eso lo estaba alterando porque el pecho de su amigo subía y bajaba descontroladamente; eso no estaba bien, no se crearon palabras de por medio, solo Inui tratando de hacer que se calmará con toques sutiles, pero todo cambio cuando Chifuyu parecía estar teniendo problemas para respirar y los espasmos se hicieron más seguidos e incontrolables; Chifuyu estaba teniendo un ataque de ansiedad, Inui lo detecto enseguida porque no era la primera vez que presenciaba eso, los flashes de los recuerdos de Koko levantándose por las madrugadas en ese estado después de pasar aquel suceso trágico con su familia vinieron a la mente de Inui y rápidamente pudo leer lo que estaba pasando con el rubio, pero para ser honesto Inui no sabía que Matsuno tenía esos episodios, al parecer era la primera vez que su amigo estaba pasando por aquello y comprobó su suposición cuando la angustia y miedo a lo desconocido en los ojos azules se hizo presente, Chifuyu llevó su mano hacia su pecho como si quisiera arranca algo de el, Seishu hizo que su cerebro y cuerpo trabajará en conjunto no era el momento de bloquearse, intervino como pudo tomando las manos con delicadeza del menor, haciendo que lo mirará a los ojos, mostrando seguridad y confianza en ellos para crear un atmósfera que hiciera que Chifuyu se calmará, teniendo la atención del menor empezó a decirle frases cortas y simples, cuando logró parar un poco el llanto e hipido del menor, inició con ejercicios para hacer que inhalara y exhalara con él, tenía que desacelerar la respiración del menor.

Cuando logró que Chifuyu por fin se controlará,  busco su celular en la bolsa de su pantalón para escribirle a Takemichi para que llegará a casa lo más rápido posible, dándole a entender que Fuyu los necesitaba. Se dio cuenta que sus manos estaban temblando, por lo que decidió bajarlas a sus muslos, no podía mostrar debilidad ante su amigo.

Estando los tres por fin en la habitación dejaron que el menor tomará su tiempo para hablar, sabían que algo había sucedido, eran solo ellos dos apoyándolo en silencio.

El tiempo concurrido y el silencio en la habitación fue más larga de lo esperado, Inui y Takemichi sólo cruzaban ciertas miradas, mientras Chifuyu seguía sentado con sus rodillas pegada a su pecho, la palma de Inui descansaba en la espalda del ojiazul, dándole pequeños golpecitos de aliento, mientras Takemichi jugaba con la sábana del menor un poco desesperado y demasiado preocupado.

Un largo y pesado suspiro del rubio dio lugar a la conversación.

—Baji estuvo aquí, hablamos, incluso me rogó. –Chifuyu miró a los dos presentes y luego bajó la mirada, tragando saliva para proseguir hablando. Sentía su garganta seca y le dolía como el demonio —pero lo nuestro no tiene solución por lo que se acabó.

Happier Than EverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora