Capítulo 22

1.1K 127 109
                                    

—Realmente no sé qué regalarle a Mikey –rodó por tercera vez Keisuke en la cama del rubio, Chifuyu veía todo desde su silla y estaba intentando controlarse al ver como el pelinegro estaba haciendo un caos sus sábanas. 

Era tan raro tener a Baji en su casa, pero desde aquella noche el pelinegro era quien iba en busca de él, lo esperaba cuando sus clases terminaban, siempre y cuando sus horarios coincidieran o Keisuke saliera antes, para acompañarlo a su casa, la rutina de estar en casa de Keisuke había cambiado exactamente hace dos semanas y Chifuyu claramente veía con que intención lo estaba haciendo el alto, tenía un claro objetivo y aunque estuviera últimamente más apegado a él, no pasaba horas en casa del menor, lo curioso era que siempre se iba antes que sus amigos llegarán a casa, como si el mayor se hubiera aprendido los horarios de Takemichi e Inui. 

Keisuke desconocía que la comunicación con Kazutora jamás se había reducido, al contrario, hablaban más que antes por mensajes o cuando se encontraban en la universidad, de hecho Kazutora al día siguiente del incidente de la pelea, después de clases, se había presentado en su casa para disculparse. 

Kazutora nunca iba a traicionar a Keisuke, esa noche se lo dejo claro a Matsuno, solo quería que Kei se diera cuenta de sus sentimientos, de que estaba comportándose como un idiota y de que si no hablaba con Chifuyu todo se acabaría, porque sabía que Matsuno se cansaría de la situación y aunque Hanemiya estuviera más presente en su vida, no lo iba a hacer cambiar de opinión.

Lo que también le había dejado claro, que sus sentimientos hacia él no iban a desaparecer pronto y que si Keisuke no actuaba, él si podría hacerlo. No importaba si Chifuyu lo rechazaba más de dos veces. Lo intentaría. 

Y él no supo qué responder exactamente.

—¿Tan difícil es pensar en algo para Mikey? –bufó algo hastiado de la actitud infantil de Keisuke en su cama.

—Demasiado, ayúdame a pensar en algo, Chifuyu. –rogó el mayor.

—¿Qué no también van a celebrar el cumpleaños de Kazutora? –preguntó Chifuyu algo dudoso.

Él recordaba algo así, fue lo que Takemichi le mencionó.

—Hmm... Si, pero no voy a pedirte ayuda para Kazutora, lo conozco mejor y puedo pensar en algo para él. –el tono de voz de Keisuke había sonado más grave y algo molesto.

Keisuke se sentó a modos indio de golpe en la cama del menor.

—¿Puedes este fin de semana? –preguntó algo esperanzado Keisuke, haciendo a un lado la pregunta de Chifuyu.

—No puedo, lo siento. Además, Mikey también es tu mejor amigo, debes conocer sus gustos. –declaró algo cansado.

Y era verdad, no podía. Su mamá llegaría el día de mañana y le dejaría a Peke J por un tiempo, estaba alegre de eso, pero también sabía que debía ser más responsable en regresar a casa y organizarse mejor para prestarle atención a su gato, esa fue la razón por la que lo dejo con su mamá, su ausencia en casa no era buena para su pequeña mascota. Aunque los gatos fueran más independientes, debía prestarle atención.

—¿Realmente, Chifuyu? Recuerdo que aquella vez acompañaste a Kazutora por el regalo de Yuzuha cuando te lo pidió. 

Chifuyu tomo una bocanada de aire, poniendo mala cara hacia Keisuke y sus reproches. 

—Ya tengo planes, Keisuke. –llevo sus dedos hacia su sien para darse un pequeño masaje, se sentía realmente agotado y ese fin de semana acabaría peor, —Puedes pedirle a Ken que te acompañe o a su propia hermana. Dudo que yo sea de mucha ayuda.

Chifuyu se levantó de su silla, siendo perseguido por la mirada de Keisuke.

—Por algo te lo estoy pidiendo a ti. –Keisuke arrugó su entrecejo en señal de que su humor estaba cambiando.

Happier Than EverWhere stories live. Discover now