Capítulo 19

930 135 49
                                    

Las cosas empezaban a complicarse con Keisuke y con sus amigos, no sabía en qué momento todo se había entornado en su contra, cuando él no había cometido nada malo, pero ahí estaba sentado en una banca del parque que quedaba relativamente cerca del hogar del pelinegro, luego de salir de su casa y saber que las cosas no habían quedado bien con Seishu, además que últimamente sus amigos cuestionaban lo que hacía y él que debía tener más cuidado con Keisuke, sabía que sus amigos solo querían verlo bien, que se preocupaban por él, pero realmente no se había dado cuenta lo egoísta que se estaba comportando. 

Creyéndose el centro del universo con su problema, odiaba las jerarquías y justamente él se estaba comprando de una manera similar.

El golpe de la realidad le pegó hace unos días, cuando se enteró por boca de Inui que Takemichi y Hina habían tenido una pelea, lo cual era sumamente raro en ese par, Seishu le había contado que las cosas ya estaban bien, pero que Hanagaki no le había contado nada porque de alguna manera no quería preocuparlo, no cuando estaba pasando sus propios problemas y es que se sentía un estúpido, porque últimamente las pláticas de ellos tres giraban en torno a él y Keisuke, sin medirse. Y justamente lo que sucedió con Seishu hace unos momentos le dejo claro que estaba haciendo todo mal, cuando creyó que hacía lo correcto, era un maldito egoísta con sus amigos.

Definitivamente, tenía que acabar con esto lo más pronto posible, alejarse de Baji y de todo lo que se relacionará con él, pero era un cobarde, alguien que sabía muy en el fondo, que tenía miedo, miedo de perder a Baji, lo más triste es que realmente nunca lo tuvo, Keisuke es quien siempre lo tuvo en bandeja de plata y analizando la situación las cosas seguían igual.

Lanzo un suspiro al aire, últimamente se sentía más agotado, cansado mentalmente y emocionalmente, solo él entendía todo el desastre que traía con sus sentimientos. 

Lo más triste de no tener más amigos a quien recurrir, su círculo social era tan pequeño y las personas que conocía era por Keisuke, no quería regresar a casa, tenía vergüenza de ver a sus amigos y ya no estaba seguro de ir al departamento de Baji, posiblemente Hina era la única persona en la que podía pensar, pero no veía correcto ir a molestarla. 

—Pensé que te vería en casa, ¿Qué haces aquí? –Chifuyu dio un respingo al escuchar la voz de la persona que precisamente no era la más indicada que deseaba ver. 

Giro rápidamente su cuerpo y sus ojos se posicionaron en el cuerpo de Keisuke, quien venía dando pasos agigantados hacia él, su cuerpo se tensó y rápidamente le dio la espalda, para borrar cualquier indicio de lágrimas en sus ojos. Esperaba que el aire que soplaba secará aquellas mínimas gotas que salieron de sus ojos.

—Quería tomar un poco de aire –intentó sonar lo más seguro posible, Baji tomó lugar a su lado. 

Chifuyu no lo miro, estaba evitándolo verlo a los ojos, no quería, simplemente su presencia ya le costaba, tenerlo ahí solo hacía que sus sentimientos fueran nuevamente un desastre.

Y él estaba cansado de no tener una fuerte voluntad frente a Keisuke, muy en el fondo sabía que sus amigos lo veían como alguien dependiente al pelinegro y que estaba mal, lo peor de todo que él también sabía esa realidad y la aceptó, ahora estaba ahí intentando jugar al que podía voltear las cosas a su manera, cuando era ridículamente imposible y cada vez todo se le escapaba de las manos.

Baji no dijo nada por segundos y la brisa que soplaba era refrescante, los días calurosos últimamente eran menos, aun así Chifuyu sentía un calor en su cuerpo, sentía sus mejillas un poco rojas.

Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando Baji posición su mano detrás de su cuello, los dedos de Baji estaba frío y el cuerpo del pelinegro se pegó más hacia él, dejando que gracias al aire Chifuyu sintiera el olor que emanaba Baji, entre su típico olor a jazmín y lavanda mezclando con tabaco y algo de licor, eso hizo que Matsuno posicionara su mirada en Baji, notando que efectivamente los ojos de Baji eran un poco rojos, productos del alcohol y cigarro, además viéndolo de cerca su cara estaba un poco roja y su mirada desorientada.

Happier Than EverWhere stories live. Discover now