Capítulo 25

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Se encontraba en su salón para su próxima clases, estaba cansado, con sueño y un terrible dolor de cabeza, su cuerpo más pesado que nunca, además moría de hambre, pero tenía miedo de cruzarse a Keisuke por los pasillos.

Se había estado ocultando del mayor desde que piso la universidad el día de ayer, llevaba un día con éxito en el que simplemente no se lo encontró, el único mensaje que le había enviado era que se encontraba bien y había viajado a su casa arreglando unos asuntos, ya que sus papás se encontraban de viaje, la misma historia que le había dicho Inui, pocos y cortos mensajes habían compartido, hasta el momento el mayor no le había reprochado nada y agradecía aquello, pero esa era la razón por la que se había estado escondiendo del pelinegro, seguramente estaba guardando todo para el momento en que lo viera frente a frente.

Necesitaba prepararse mentalmente y emocionalmente para enfrentar a un enojado Keisuke, tener las mejores excusas para decirle porque había faltado a su cita y también él hacer que el mayor se contentará nuevamente, prefería seguir teniendo en la palma de su mano, bueno supuestamente, ya que dudaba de eso, pero últimamente parece ser de esa manera, no quería retroceder a como era al inicio, se había dado cuenta que al grado en como estaba su relación era más fácil manejarlo.

Miro por segunda vez la hora en su móvil y lanzó un suspiro la clase comenzaría en 25 minutos, le daba el tiempo suficiente para ir a la máquina expendedora que tenía cerca del aula y poder obtener aunque sea un paquete de galletas y algo de beber, sin embargo; lo que más se le antojaba era un poco de café, solo había tomado una taza antes de salir de casa y su cuerpo se lo pedía a gritos, su sistema estaba ansioso por tener cafeína recorriendo por su sistema digestivo.

Debía intentarlo, si recordaba el día y al ver la hora Keisuke estaría en clases, así que no debía encontrarse con él para nada en la universidad, aunque sus facultades estaban relativamente cercas, tenía confianza en que al ser un campus grande no debía coincidir con él en ese momento, necesitaba le urgía algo de comer y un café cargado.

El rubio se levantó de golpe calculando el tiempo de ir a la cafetería principal de su facultad, corriendo llegaría en menos minutos y podría comprar café de la expendedora, no era fan de ese tipo de café, prefería el que preparaban en el lugar, pero no le daría tiempo si lo pedía, además debía también tener en cuenta que la zona estaría con algo de alumnos comprando la misma sustancia que él deseaba en ese momento.

La puerta de su aula abriendose de golpe lo bajo de su nube donde se imaginaba tomando su taza de café recién hecho.

Sus ojos se abrieron de par en par al ver una melena de mechas rubias y el tintendo de un cascabel.

—Por fin te encuentro –la voz de Kazutora le hizo caer en cuenta que aunque lo sabía, efectivamente no estaba alucinando, era Hanemiya quien había entrado a su aula. No sé estaba escondiendo precisamente del chico, pero tampoco deseaba verlo en esos momentos. —Takemichi se ha ganado una buena propina hoy. –Kazutora mostró su dentadura blanca en una sonrisa sincera.

Seguramente su cara lo había delatado y bueno no podía culparse, no era alguien con filtro y Kazutora no necesitaba un Chifuyu hipócrita, con él no debía fingir gestos.

—Tu cara me dice que no querías verme–le dijo Hanemiya leyendo su mente.

Chifuyu solo se encongió de hombros y nuevamente se abalanzó a su asiento, dejando caer su peso en la silla, derrotado que ahora mucho menos obtendría comida, aunque podía usar la presencia de Hanemiya y mandarlo a la cafetería, aprovecharse de él en ese momento no parecía mala idea.

—Eres una de las persona que no quería ver esta semana. –estaba siendo honesto con el mayor, —pero no la principal. Debes sentirte afortunado. –lanzó un bufido frustrado, nada le salía como deseaba, solo faltaba que cierto pelinegro hiciera una entrada triunfal por aquella puerta que había entrado el de mechas, entonces eso le dejaría en claro que el mundo estaba en su contra, aunque de eso ya se había dado cuenta mucho antes.

Happier Than EverWhere stories live. Discover now