Un laberinto sin salida, que día a día consumía a Matsuno, el estar en una relación amorosa no debía ser doloroso, no sabía cómo había terminado siendo una apuesta para Keisuke, pero de algo estaba seguro, sí esto era un juego, no sería el único con...
—Baji, ¿qué haces aquí?. –fue lo primero que pregunto Chifuyu al llegar junto al morocho, ha decir verdad si le sorprendía verlo, no habían quedado verse ese fin de semana o es que él no estaba enterado del cambio de planes.
Su mirada se dirigió a la motocicleta en la cual había llegado hace unas horas y no es como si quisiera que pasará, pero pudo jurar que a quien vería al salir de sus clases sería a Kazutora, vaya sorpresa.
—¿Esperabas a alguien más? –cuestionó intrigado Keisuke y Chifuyu le dio una mirada de disgusto, algo que no pasó desapercibido por Baji, —Lo siento por decepcionarte –terminó de rematar su frase Keisuke.
—Piensa lo que quieras, pero no recuerdo el quedar este fin de semana.
Estaba a punto de iniciar su caminata hacia la parada de autobuses estaba algo, no, demasiado estresado con sus clases para soportar a Keisuke y aunque últimamente parecían acercarse más, bueno Baji era quien estaba intentando cada día invadir más el espacio de Chifuyu, conocerlo mejor, lo que se supone debió darse al inicio de su dichosa relación, también se habían más abiertos entre ellos, diciéndose la mayoría de cosas que pensaban, algunas terminando en una pequeña discusión verbales u otras no eran tomadas en serio, es lo que Chifuyu había percibido, como si Keisuke estuviera a la defensiva, tal vez Keisuke siempre fue así y no le había mostrado su verdadero lado.
Lo más estúpido era que a Chifuyu le agradaba más este Baji, más transparente bueno en ciertas cosas, aunque otras veces lo estresaba, como en ese momento.
—¿A dónde vas? –Chifuyu no se detuvo y simplemente lo ignoro, eso hasta que fue tomado por el brazo, la mano de Baji haciendo un poco de presión sin dañarlo. —Vine hasta aquí por ti, no pienses en irte en camión –suspiró algo frustrado Baji.
Una sonrisa de satisfacción se posicionó en los labios de Chifuyu, quien antes de voltear a ver a Baji intento controlar sus emociones y gesto para poner una cara más sería.
—Al menos revisaste tu celular –inquirió Baji mirando fijamente a Chifuyu quien solo se encogió de hombros y negó con su cabeza. —Te envié mensaje que vendría por ti, Kazutora me dijo donde estabas y más o menos en que hora ibas a salir, te lo he preguntando por mensaje, pero no me respondiste –Baji soltó el brazo de Chifuyu, para caminar de regreso a la moto de Kazutora.
—¿Cuánto tiempo llevas aquí? –preguntó mientras lo seguía y un punzada de culpabilidad lo invadió.
Saco su celular para revisar si era verdad que le había mandando mensaje y efectivamente tenía varios mensajes de Keisuke dónde le preguntaba su hora de salida, si podían verse hoy y por último mensajes donde podía jurar que el alto había perdido su temperamento y le decía que iría por él, que lo esperará.
—No mucho –respondió ofreciéndole el casco, —¿Vienes? –Baji montó la moto de Kazutora y Chifuyu tendría que ser honesto amaba ver a Keisuke en moto, realmente era de esas cosas favoritas que tenía e iba a extrañar.
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