Capítulo 20

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El sonido del timbre de su casa lo estaba causando malestar, solo quería dormir y dormir, no se había percatado en qué momento se había quedado dormido. Sus ojos se sentían pesados y pegados de tanto llorar, a quien se le ocurría estar fastidiando un domingo tan temprano, su cabeza iba a explotar y era seguro que ninguno de sus amigos era la persona que estaba afuera tocando como loco.

Con cierta molestia se colocó una camisa demasiado grande que bien podría llegarle a las rodillas solo para tapar algo de su cuerpo, no se molestó en colocarse algún pantalón con el bóxer era suficiente, además solo se iba a asomar por aquella ventanita de su puerta, si era un vendedor lo dejaría pasar. Bajo con la mayor pereza posible las escaleras y asomarse por la mirilla de la puerta para mirar quién era la persona que osaba interrumpir su sueño.

Tremenda fue la sorpresa al ver a Keisuke parado tocando desesperadamente el timbre de su casa, no era lo que esperaba para ser honesto.

Tragó saliva y tomó el pomo de la puerta dudando en lo que estaba a punto de hacer, su respiración se estaba acelerando por lo que intento calmarse, no era la persona que quería ver, su cara estaba hecha un desastre y verlo en ese modo solo crearía preguntas y preguntas, no estaba en condiciones de responderle, pero Baji no dejaba de tocar el timbre.

El golpe del otro lado que dio Baji a la puerta le hizo pegar un salto, Keisuke había empezado a tocar la puerta y decir su nombre, si no paraba al estúpido de Baji terminaría molestando a los vecinos. Saco el seguro de la puerta y giro el pomo de la puerta para abrirla.

Los movimientos de Baji se detuvieron para mirar al rubio y entonces Chifuyu se percató de los golpes que tenía el mayor en su cara, la preocupación se apoderó de él.

—¿Qué mierda te ha pasado Keisuke? –no se midió con sus palabras y tampoco trato de ocultar su sorpresa.

Chifuyu acortó un poco la distancia entre ambos para tratar de alcanzar con su mano la cara llena de moretones del pelinegro, pero Baji lo detuvo, Chifuyu se sorprendió ante aquel acto, sin embargo, Baji tenía otros planes, con delicadeza tomo el brazo del menor, tirando su cuerpo hacia su pecho, para colocar sus brazos alrededor de él, Chifuyu podía sentir el pecho de Baji subiendo y bajando, sus latidos más acelerados de lo común.

La fragancia de Baji lo invadió cuando dio una respiración profunda; sin embargo, el deje de cierto olor a licor y sudor estaba ahí presente, no sabía qué había sucedido para que Baji acabará de ese modo.

—Kei qué fue lo- trataba de hablar, pero la manera en que lo tenía Baji le era imposible, sus brazos estaban sin poder moverse, había algo en él que simplemente no quería rodear el cuerpo del mayor.

—Hueles a durazno, me gusta, –la voz de Baji resonaba en su pecho y Chifuyu solo guardo silencio. —También me gusta verte enojado o preocupado por mí o cuando insultas, es tan raro. –el corazón de Chifuyu estaba empezando a latir cada vez más rápido por cada palabra que el moreno decía. —No te preocupes, creo me lo merecía, además Kazutora quedó peor.

Los ojos de Chifuyu se abrieron a la par, provocando que se alejará del menor con cierta dureza. No podía ser real, Kazutora y Baji se habían peleado al punto de llegar a los golpes, definitivamente la situación con ese par estaba peor de lo que imagino.

—¡¿Te has peleado con Kazutora, pero qué carajo les pasa?! –la molestia lo había invadido y que era eso de que Hanemiya quedó peor, porque Keisuke lo decía con normalidad. —Hablemos adentro. –ordeno.

Chifuyu dejó que Keisuke tomará lugar en el sofá de su casa. La molestia y decepción era transparente en el menor, su ceño fruncido lo dejaba claro.

Happier Than EverWhere stories live. Discover now