CAPÍTULO SIETE: Bury A Friend

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«¿Qué quieres de mí?, ¿por qué no huyes de mí?. ¿Qué te estás preguntando?, ¿qué es lo que sabes?. ¿Por qué no me tienes miedo?, ¿por qué te preocupas por mí?. Cuando todos nos dormimos, ¿a dónde vamos?»
(Billie Eilish, Bury a friend, 2019, 0m8s)

Los días en el apartamento de Kim NamJoon pasarón con normalidad hasta donde podría esperarse. Pocas cosas habían sucedido en aquellas dos semanas. La celebración de año nuevo en casa de sus padres había sido idéntica a la de años anteriores aunque curiosamente nadie insistió con eso del matrimonio, ni siquiera su madre. Tal vez tenía que ver que la señorita Moon ByulYi se hubiera aparecido de nuevo a mitad de la cena tal como en Navidad. Al parecer tenían todo bien planificado para él y aunque NamJoon no fuera a aceptar ninguno de sus tratos sucios, al menos les seguiría el juego por el mayor tiempo posible para tenerlos a todos contentos en casa. 

Igual, durante esas dos semanas recibió un par de mensajes de la señorita Moon, incluida también una solicitud de amistad en su perfil personal. Lo que había que hacer para estar tranquilo. NamJoon no tuvo de otra más que responder y aceptarla como amiga.
Claro que NamJoon no la pasó tan mal con aquello como lo que YoonGi sufrió por desintoxicarse una vez más, volviéndose por esta segunda ocasión un poco más agresivo, motivo por el que TaeHyung lo mantuvo atado a la cama un par de días. A pesar de ello, podían decir que había superado las dos semanas más difíciles y ahora, si bien lucía fatal, por lo menos se quedaba tranquilo en su habitación la mayor parte del día, en especial cuando NamJoon volvía a casa y TaeHyung se iba a descansar, quedando inevitablemente solos. Esa noche fue una de esas ocasiones.

Y aunque las condiciones bajo las cuales se encontraban parecían ser las mismas que en un principio, la verdad era que todo se sentía distinto, comenzando por la actitud de YoonGi. NamJoon había reparado, desde los primeros días, en el cambio drástico de su conducta, principalmente en su manera de responder que era, para ser específicos, prácticamente nula. YoonGi no hablaba a menos de ser estrictamente necesario y prefería comunicarse con TaeHyung antes de hacerlo con él. También, NamJoon tenía que resaltar que su aspecto era deprimente, viese por donde se le viese había una certeza indiscutible y es que YoonGi, tal como había remarcado TaeHyung en múltiples oportunidades, estaba desanimado, triste, completamente deprimido y además las horas de sueño no daban indicios de estarle ayudando de ningún modo.
YoonGi cursaba sus días totalmente ensimismado y la única cosa que resultaba útil para sacarlo de su deplorable estado, era los mangas que TaeHyung seguía trayendo para él, y cuya lectura repetida solía sacarle, muy contadas veces, alguna sonrisilla distraída. Así que aquella noche NamJoon estaba pensando en todo eso mientras se decidía por el menú de la cena.
 
NamJoon estaba bastante consciente de lo hijo de puta que había sido con él, TaeHyung se lo recordaba constantemente en cada oportunidad. Posiblemente fue por ello, recordando todo lo que TaeHyung le había dicho durante todo aquel tiempo, que se le ocurrió esa idea. Se arriesgo a ceder ante las meras suposiciones suyas, quizá preguntarle a YoonGi hubiera sido una mejor y más acertada opción sin embargo no se sentía capaz de hacerlo sin sentirse un completo imbécil bajo esa mirada sombría a ratos. 

Después de hacer la orden solo le quedó esperar lo que le pareció el tiempo más largo para una entrega común y corriente por delivery, cuestionándose incluso si debía reclamar por un servicio deficiente aunque desistiendo a la vez que verificaba que en realidad no había pasado el tiempo señalado en la aplicación. Al final la cena llegó con la normalidad de siempre. Entonces llamó a YoonGi a comer, este, tal que cada vez, obedeció en silencio. NamJoon simplemente lo esperó a la mesa mientras sacaba los platos de la bolsa plástica. YoonGi se sentó frente a él en el otro extremo de la mesa. 
NamJoon lo observó fijo por un par de segundos, su piel luciendo más pálida mientras su cuerpo parecía más pequeño que de costumbre. Apartó la mirada e inhalo profundo, luego apuntó a la comida.

Sostenme en tus brazosWhere stories live. Discover now