CAPÍTULO VEINTICINCO: Your Blood

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«Tu sangre, ¿de qué materia está hecha? ¿Sientes que viaja dentro y fuera de tu corazón? Agujas, cosiendo los agujeros grandes. Te preparaste para la batalla, mientras te desmoronabas [...] Tu voz ahogándose en el ruido blanco. ¿Escuchas el eco que te ruega que te sueltes? Esta Tierra ¿para quién fue hecha? Espera hasta mañana, puede que no haga tanto frío. Cuando todo dentro de ti arda como una estrella. Luego de quemarte, renaceras. Y tal vez si pidieras ayuda, entonces podría ayudarte a escapar de ti mismo.»

(AURORA, Your blood, 2023, 0m0s)


El estacionamiento de los apartamentos estaba completamente vacío cuando ambos llegaron cerca de las once de la noche. NamJoon apagó el auto y se giró hacia YoonGi. En un principió pensó que este estaba dormido, sin embargo pronto noto que en realidad observaba el exterior mientras su puño izquierdo, envuelto en vendas, descansaba sobre su muslo. Bajo esas vendas había siete puntadas. Lo miró bien y se fue deteniendo en cada mancha marrón salpicada en la ropa de este, luego se miró su propia ropa y también encontró sangre en su chaqueta y su pantalón.

— YoonGi-ah —llamó suavemente.

Min YoonGi volteó más no alzó la mirada. Lucía cansado. No respondió y él decidió no insistir, solo bajó del auto y le ofreció ayuda para bajar también. YoonGi lo tomó de la mano por un momento, después, al subir las escaleras, se soltó. Le hubiera gustado poder hablar con él, pero desde el hospital hasta ahora las palabras no salían. Como el resto del día, lo siguió.

Kim TaeHyung, quien se había quedado cuidando de Guksu, los recibió y por supuesto, a pesar de que NamJoon ya había hablado con él por teléfono unas horas antes, se sorprendió al ver la sangre de YoonGi en la ropa de ambos. Lo escuchó preguntarle algo a YoonGi aunque no prestó atención. Dió igual porque YoonGi no contestó. Kim TaeHyung le miró con angustia, preguntando en silencio algo que ninguno de los dos podía saber y NamJoon simplemente negó suavemente, pidiendole igual, en silencio, que solo lo dejara tranquilo.

YoonGi fue directo a su habitación y Guksu casi de inmediato llegó a su encuentro, restregándose contra sus piernas al andar, como si supiera que su dueño no estaba bien. Ese gesto le hizo recordar a Koya. Tal vez ese tonto gato pudiera ser de mayor ayuda que ellos dos juntos. Por eso los dejo a solas mientras él y Kim TaeHyung se sentaban en silencio en el suelo de la sala.

No duraron ni dos segundos en tranquilidad.

Desde el fondo del pasillo se escuchó el estruendo de algo duro y muy grande cayendo con fuerza contra el suelo. Al instante pasó Guksu disparado con dirección a la cocina, corriendo tan rápido y asustado que sus garras apenas evitaron que se derrapara en su escape. Algo más, hecho de cristal, se rompió y ambos corrieron hasta la habitación de YoonGi. NamJoon llegó a tiempo para contemplar como YoonGi jalaba de las cortinas antes de que estas se salieran de su lugar y terminaran en el suelo.

Observó la escena rápidamente.

El closet armable estaba en el suelo, varias piezas se habían soltado y la ropa yacía amontonada debajo. La lámpara de noche se había roto por completo y los cristales estaban por todo el suelo. El cortinero se había roto y una de las cortinas ya estaba rasgada.

Vio a YoonGi tomar el edredón y arrancarlo con fuerza de su cama, tirando con él todas las almohadas y cojines mientras su rostro compungido y rojo se humedecía en lágrimas. Quiso llamar a YoonGi pero de nuevo este no escuchó y en su lugar tomó la mesa de noche y la lanzó hacia la pared del fondo, cayendo encima del closet.

Cuando ya no hubo que romper ni que lanzar, YoonGi comenzó a golpearse en la cabeza mientras repetía «deja de llorar» una y otra vez. NamJoon corrió de inmediato hacía él y lo tomó de las muñecas. De nuevo su mano sangraba, TaeHyung intentó acercarse para ayudarlo pero NamJoon le dijo que se alejara. Con fuerza contuvo a YoonGi, abrazandolo por la espalda al mismo tiempo que jalaba de él en dirección al pasillo. YoonGi opuso resistencia pero NamJoon lo mantuvo con los brazos cruzados hasta chocar con la pared. Kim TaeHyung se hizo dos pasos hacia atrás, observándolos sin saber definitivamente como actuar.

Sostenme en tus brazosWhere stories live. Discover now