CAPÍTULO NUEVE: We Were Friends

388 71 62
                                    

»In love with a ghost, we were friends, 2017.

Pasaron un par de semanas desde el cumpleaños de YoonGi y NamJoon conoció nuevos aspectos sobre este en todo ese tiempo, por ejemplo, descubrió que era un buen cocinero. El pelinegro se empeñaba en decir que realmente sus habilidades culinarias no eran nada y que todo lo que preparaba eran platillos sencillos que cualquiera podría hacer. NamJoon no estaba de acuerdo con eso, tenía muchas razones para contradecirlo y para prueba de ello estaba él, que era una persona cualquiera y que, por mucho que se esforzara, siempre terminaba arruinando cualquier cosa que pusiera en la sartén.

    Otro detalle resaltable de YoonGi era que se trataba de una persona bastante servicial cuando se lo proponía. De hecho, NamJoon se dio cuenta de ello cuando un día, de la nada, encontró al joven muchacho haciendo la limpieza de la casa, mientras TaeHyung lo vigilaba. «¿Qué hace?» le había preguntado a este último y él simplemente había respondido: «La limpieza, por supuesto». Y sí, fue una pregunta estupida, NamJoon lo aceptó pero no era realmente eso lo que quiso saber en un principio. Su cuestión era en realidad el motivo y TaeHyung le aclaró: «Creo que necesita sentirse útil». Qué extraño. ¿YoonGi tenía esa clase de necesidades? ¿Él siendo la persona que era?

Fue difícil de comprender pero NamJoon lo aceptó y dejó que YoonGi hiciera todo aquello que le diera tranquilidad o que simplemente lo mantuviera distraído. Pronto YoonGi no solo hacía el desayuno, la comida y la cena, sino que tendía camas, sacudía muebles y ponía a lavar la ropa. La única tarea que hasta ahora no podía realizar sin supervisión era sacar la basura porque eso implicaba no solo salir del apartamento sino del edificio mismo. 

Ya NamJoon sabía que YoonGi no había huido aquel día cuando tuvo la oportunidad pero por si acaso no estaba de más tomarse algunas precauciones. Ese había sido el motivo principal por el que NamJoon tuvo que cambiar la clave de seguridad e insistió en que TaeHyung lo acompañase siempre que hiciera una tarea que implicara salir del edificio, como, precisamente, sacar la basura o surtir la lista de las compras en el supermercado local. Claro, hasta ese día.

NamJoon tuvo una cirugía aquella tarde, procedimiento que tomó más del tiempo programado. Afortunadamente habían logrado detener la hemorragia y salvar así al paciente, ya solo quedaría ver que sobreviviera la noche. Fue por ello que llegó más tarde de lo habitual, muy cerca de las diez de la noche.
TaeHyung parecía estar impaciente por irse. Decía tener una cita con una chica hermosa, incluso le había mostrado una fotografía a NamJoon. «Como que se parece a Ahn HyeJin.» le había respondido y el joven enfermero solo le había entrecerrado los ojos antes de despedirse de YoonGi e irse, ignorándolo por completo a él. Que gracioso era que aún después de meses sin trabajar en el hospital no pudiera superarla. ¿O era acaso ese el tipo de chica ideal de Kim TaeHyung? Quien sabe, no eran cosas que le preocuparan a NamJoon.

YoonGi le sirvió la cena y ambos comieron, uno frente al otro. NamJoon miraba el televisor y YoonGi simplemente seguía leyendo. Platicaron un poco, YoonGi a veces le preguntaba sobre el trabajo y NamJoon educadamente respondía, luego se invertían los papeles y era él quien le preguntaba sobre su día en el apartamento. Era gracioso como prácticamente, todos los días, ambos contaban las mismas cosas o similares. Un par de tipos aburridos con un par de vidas aburridas. Al menos se parecían en algo.

Cuando terminaron de cenar, igual que siempre, NamJoon recogió los platos y los dejó en el lavabo. Podían usar el lavatrastes, varias veces se lo dijo a YoonGi pero éste continuaba respondiendo que estaba bien, que era mejor si los lavaba a mano. Así que lo dejó tranquilo y fue a ducharse, sintiéndose exhausto.

Al salir, YoonGi lo estaba esperando en la entrada, con las bolsas de basura en mano. Claro, era el día de recolección. NamJoon le dijo que la dejara para la siguiente ronda, de verdad estaba cansado como para sacar siquiera la basura. 

Sostenme en tus brazosWhere stories live. Discover now