Extra de la infancia de Cristian

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Para mí, este mundo no es más que maldad y mi propio mal acaba de brotar.

Aileen Wuornos

EXTRA DE CRISTIAN

NARRADOR OMNISCIENTE

Cristian sabía quién era desde muy pequeño y se puede creer que el mundo también sabía quién sería su nuevo habitante, aunque lo celebró de una manera peculiar con rayos, centellas y también una terrible tormenta de nieve que azotó las calles de Hiverdele con fuerza.

Entonces, ese día de febrero, en el que él en que un nuevo integrante hizo aún más numerosa la familia de las que todos hablaban, pero de la que nadie sabía a ciencia cierta.

Exactamente, ese diecisiete de febrero que Cristian llegó al mundo, fue el día más oscuro que había existido en Hiverdele que se caracterizaba en ser un pueblo frío y tenebroso siendo la pequeña envoltura del lugar donde sucedían los actos más atroces que el ser humano podía hacer y presenciar.

Pero ese día, no hubo maldad en el pueblo o al menos, no de la forma en la que podrían pesar, ya que había nacido el último hijo de Caleth y todo aquel que viniera de ese linaje, era peor que una tortura a un inocente.

Cristian Fairchild llegó al mundo a las tres de la tarde de un miércoles—Cristian sin h, él odia que escriban mal su nombre— y lloró con ganas mientras Caleth lo recibía entre sus brazos a la vez que miraba a una de sus esposas, la que había traído a su último hijo al mundo con la felicidad tiñéndole las pupilas.

Era el último porque para él, ya era suficiente. Así que sonrío tocando el rostro del niño que estaba rojo de tanto llorar como si estuviera de alguna manera cabreado por algo y de inmediato, ahí cuando Caleth lo cargó mientras a Sophia terminaban de atenderla los doctores, el patriarca supo que su hijo sería un berrinchudo obstinado y lo rectificó cuando un mini Cristian de tres años persiguió a una de las sirvientas con un cuchillo por toda la mansión porque había organizado sus juguetes en el orden incorrecto.

La pobre muchacha que terminó completamente horrorizada, no sabía que ese pequeño niño era la pequeña y mejorada versión de Lucifer, aunque parecía un ángel con un carácter de mierda, porque de todos sus hermanos, era el más obstinado y el que tenía un carajo de paciencia aunque con su sonrisita y cara angelical, no podrías imaginarte que todo ese mal humor estaba dentro de él.

Cristian era dominante, gruñón, amargado y cruel como todos sus hermanos, pero de alguna manera, había algo que lo hacía especial. Él era el menor, pero eso no significaba que era el menos peligroso. Por sus venas corría la sangre Fairchild y él, era fácilmente un rival para Consus o Caebrán en fuerza, aunque no lo pareciera.

Un dato curioso es que él es el que más detestaba la adicción que consumía a Crono lentamente. Era observador, inteligente y siempre intentaba salirse con la suya. Era el pupilo de su padre, aunque las actividades le tocaban a los mayores, se exigía a sí mismo porque tenía que dar la talla por pertenecer a su familia, porque la cultura Fairchild era más compleja de lo que parecía.

No solamente eran asesinos, millonarios y mentirosos, eran los miembros de una estructura compleja que controlaba todo por ser la élite del país.

Quizá eso solamente empeoraba la situación que vivía cada uno, en especial la de Cristian, que observaba en silencio a cada uno de sus hermanos, en especial los errores que ellos cometían y se juraba al mismo, jamás cometerlos.

Cristian nació y se crio en una familia que aparentaba ser perfecta, pero que estaba muy lejos de serla. Su padre les exigía y les implementada ese pequeño chip de «la familia es el pilar de cada uno de nosotros. Jamás serán lastimados por nuestra mano y haremos todo para cuidarla, mataremos a quien se atreva a lastimar la y cumpliremos las reglas. Siempre cumpliremos las reglas». Pero ese chip era algo contradictorio, ya que muchas veces Cristian pensó que no debían defender a la familia, debían defenderse de ella.

Los Secretos de La Élite® [Bloody#2]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon