Los Secretos de La Élite® [Bloody#2]

Capítulo diez: A veces...

A veces, mientras nosotros estamos concentrados en una cosa, en secreto están pasando otras muy oscuras que le darán un giro gigantesco al juego

 La hora de las brujas, era un momento especial en plena noche, en el que todos los niños y todos los adultos dormían profundamente, y todas las cosas oscuras salían de su escondite y tenía el mundo para ellas solas.

Roald Dahl

LUCY

Hay muchas cosas que he pasado por alto y que son muy importantes en esta historia.

Hay cosas que he olvidado por mi propio bien, así como hay otras que sé que fui obligada a olvidar.

Creo que es complicado, querido lector porque soy la protagonista de esta historia. Se supone que debes conocer a la protagonista y estoy segura de que sabes, muy dentro de ti, que no me conoces en lo absoluto.

¿Puedo juzgarte? La verdad es que no. Hay veces donde ni siquiera yo me conozco, donde desconozco hasta dónde soy capaz de mentir. Porque sé que sabes que he dicho muchas mentiras todo este tiempo. Pequeñas mentiras que poco a poco se han convertido en mentiras más grandes.

Una red completa de mentiras que, al parecer, no tienen final.

Son como pequeñas bolas de nieve que se fueron haciendo más grande con cada acción, con cada pregunta sin respuesta que acarrea un problema más grande. Siento el tic tac del reloj en mis oídos, no sé lo que pasa, pero todo va deteriorándose poco a poco.

—La víctima es una mujer entre 16 y 18 años. Hora del descenso; entre unas cuatro y seis horas por ahogamiento o eso es lo que he escuchado por ahí, la verdad es que todo esto es muy raro. Estamos hablando de asesinato... ¡Asesinaron a una chica en las instalaciones de la escuela!...— la voz de uno de mis compañeros de clase inundó mis oídos, los miré a todos.

—¿Quién consideran que podría haberla matado? — preguntó una de las estudiantes que estaban detrás de nosotros.

Y bueno... ¿En dónde hemos quedado?

Ah sí, en el momento en que todo se fue al carajo un poquito más, lo cual no es una sorpresa, ¿cierto? Era de esperarse después de todo.

Pero sí es una sorpresa lo que sucedió después.

—París Brouth ha muerto de una forma espantosa hace algunas horas. — es lo único que se escuchaba por todos lados. Especialmente en ese alguien que parecía saber demasiada información: —Se dice que su hermana tuvo algo que ver, ¿no es terrorífico? Además de ser muy dramático, por supuesto. Apareció flotando en medio de la piscina, alguien hackeó el sistema del Colegio y justo en el momento en que Roma Brouth (su hermana gemela) llegó corriendo y cubierta de sangre (sangre de París), por cierto, ¿esos nombres? ¡Son horribles! ¿Quién coloca nombre de ciudades a sus hijas en pleno dos mil veintiuno?

«En fin, no daré tantas vueltas; hackearon el sistema, colocaron música lenta y dramática, muy espeluznante en mi opinión, en el momento en que Roma corría y gritaba conmocionada o tal vez fingiendo que estaba conmocionada. — se hizo un largo silencio y luego añadió a toda la multitud de estudiantes que lo escuchaban hablar con muchísima atención: — No sé ustedes, pero estoy sintiendo que este pueblo está embrujado. ¡Pasan cosas horribles todo el tiempo y nadie dice nada!

Rodé mis ojos porque las especulaciones eran un poco exageradas, aunque en cierto modo me reconfortaba que nadie hubiera mencionado lo del nombre de mi madre en el pecho de París. El chico que estaba contando todo como si fuera un locutor, suspiró y se desordenó el pelo mientras el grupo que estaba a unos metros de nosotros, en el bululú de gente, asintió y comenzó a murmurar cosas mientras nos miraban de soslayo.