Forzando el Amor [Ya en Fisico en Librerias y Amazon]

45.

MATTHEW.

"También te amo"

Leía una y otra vez ese mensaje, me dolía el corazón cada que lo miraba, me había dejado después de ello y aunque la llamé una y otra vez a su teléfono no contesto, había desaparecido, se la había tragado la tierra.

Era la segunda vez que me enamoraba, y me volvían a romper el corazón, me había abandonado y se había ido con aquel hombre, ¿Cómo no lo vi antes?

"Confía en mí" me dijo, y yo como idiota lo hice, dejé que otra mujer me destrozara otra vez.

— Tenemos que encontrarla — mamá de encontraba sentada en mi cama consintiendo mi cabello, tal como lo hacía ella.

La noche anterior había bebido hasta caer inconsciente sin importarme nada más, solo quería tapar el vacío que me acababa de dejar Katherin.

— Mamá no la vamos a encontrar, ella me dejó por otro — esas palabras hicieron que mi pecho se comprimiera.

— Por supuesto que no, vamos hijo, ella no haría eso — dijo golpeando mi cabeza.

— Mamá, ya pasaron tres días, ella simplemente no va a volver — puse mi almohada sobre mi cabeza, el dolor parecía querer romper mis huesos.

— Matthew ponte en pie, alguien vino a verte, dice ser importante — papá entro a la habitación con tono de voz enojado.

— Ya deja de consentirlo Alice, y tú, levántate de esa cama asqueroso vago o sabrás de lo que soy capaz —

— Lucían —

— Lucían nada, que mueva su trasero de ese lugar, lo quiero abajo en cinco minutos — escuché el portazo de la puerta seguido de las manos de mamá en mi espalda.

— Será mejor que bajes cielo, te espero abajo —

Sin más me levanté de la cama y tomé una larga ducha. Cuando bajé me encontré de frente con la basura del ex novio de Kathe, José o algo así.

— ¿Qué haces acá? — él bastardo de veía nervioso. Papá y mamá estaban con él en la sala.

— ¿Puedo ver a Kathe? — lo fulmine con la mirada.

— Señora Collins para ti, y no, no puedes verla, porque no se encuentra —

— Entonces aún no vuelve — susurro para sí mismo, pero alcanzamos a escuchar.

— Explícate — gruñí mientras me sentaba en la silla vacía.

— Kathe me hablo el lunes, la encontré en el restaurante del hotel y estuvimos hablando de varias cosas, incluido mi nuevo trabajo — se quedó en silencio un momento.

— Por favor prosigue, tenemos cosas que hacer muchacho — le pidió mi padre en un tono demandante, mismo que había usado con anterioridad en mi persona.

— Le dije que había empezado a trabajar con William Drake en sus clubs de entretenimiento masculino, y ella se emocionó, me pidió llevarla al lugar, dijo que tenía curiosidad de saber cómo eran —

La sangre abandono mi rostro, Kathe me dijo que iría tras una pista de Maggie, pero nunca me imaginé que se metería en un lugar tan peligroso.

— ¿DIME QUE NO ESTA EN UNO DE ESOS LUGARES? — grité descontrolado.

— No, bueno no sé — se pasó las manos por su cabello.

— Después que Kathe se fue el señor Drake se acercó a preguntarme por ella, le conté que era una vieja amiga y lo que me había pedido — se levantó y comenzó a caminar impaciente por todo el lugar.