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Podía sentir la arena en sus pies, llevaba sus zapatos en la mano. Por suerte no había muchas personas, lo malo era que las únicas que estaban jugaban con bengalas y sus gritos al corretearse arruinaban el ambiente.

Camino lo suficiente para alejarse de ellos.

Le gustaba tanto estar solo, ya estaba acostumbrado a ello que no estarlo lo alteraba.

Se sentó en la arena doblando las piernas de tal forma que le fue posible abrazarlas y apoyar su barbilla en sus rodillas.

Su soledad no le duró demasiado, Chanyeol llegó a sentarse a su lado con dos helados recién comprados, le ofreció uno que tardó un poco en aceptar.

—Desde la colina se ve mejor esto.

—Me imagino.

—Podemos ir antes de que te vayas, si quieres.

—Solo avísame previamente, no quiero volver a salir como aquel día.

—Si.

Volteó a mirarlo, Baekhyun se atrevió a apartar su mirada del frente para mirarlo y lo descubrió haciendo lo mismo, no supo si fue una coincidencia o Chanyeol lo veía desde antes, el punto es que se miraron fijamente y todo se sacudió en su interior cuando lo vio sonreír por nerviosismo.

Baekhyun tuvo el impulso de tocar el hoyuelo que apareció en la mejilla de Chanyeol, por suerte tenía el helado en la mano.

Eso no era un duelo, a pesar de ello ninguno tenía intenciones de apartar la mirada, aunque parpadeaban con normalidad. Fue Baekhyun quien, por su bien, lo hizo. Podía intuir a dónde se dirigía todo ese comportamiento y no estaba dispuesto a aceptarlo, no, nunca, jamás.

No era la primera vez que se enfrentaba a una situación así, no era la primera vez que su corazón se agitaba de esa manera, pero si era la primera vez que le dolía un poco tener que ignorarlo.

—Y en Seúl, ¿qué haces para divertirte? —Chanyeol intentó continuar luego del momento que compartieron—. ¿A dónde vas cuando estás aburrido?

—En realidad no tengo tiempo para mucho, voy de mi departamento a mi trabajo y después regreso, lo único que hago es descansar, me duermo temprano y ya.

—¿Eso es todo?

—Si, aunque a veces me dedicó a leer algunos capítulos de un libro. No es muy diferente de lo que has visto de mí estas semanas.

—Creí que, como pareces tener una buena economía dirías algo como que cada semana sales de fiesta, que cuando estás aburrido vas al aeropuerto y agregas el sello de un país diferente a tu pasaporte, no se, imaginaba algo como eso.

O mejor dicho, eso era lo que quería creer de él.

—Eso que has dicho es lo que alguna vez llegué a hacer durante mis veintes. Luego me convertí en una réplica de mi padre para supuestamente poder manejar bien la empresa, cosa totalmente innecesaria pero que me hizo olvidar cómo divertirme.

Le parecía gracioso porque desde muy chico fue llamado el cerebrito (o raro) de la familia, sus primos de edad contemporánea a la suya lo excluían porque no era lo suficientemente divertido y ¿qué pasó? Cumplió la mayoría de edad y comenzó a vivir, casi como ellos le exigían y haciendo algunas cosillas más. Siempre pudo mantener el equilibrio entre sus estudios y la diversión, jamás se metió en problemas que necesitaran la intervención de su padre para salir de ellos.

Siguió siendo un buen hijo para jamás dejar de hacerlo sentir orgulloso, aunque jamás se lo dijo en voz alta estaba seguro que eso era lo que pensaba de él, pero no, su padre siempre se sintió avergonzado del hijo que la vida le había dado. Y ahora estaba ahí, lo suficientemente lejos para hacerlo preocuparse, ¿qué consiguió con su "berrinche"? Nada, porque ni siquiera una llamada, no, ni siquiera un mensaje se había dignado en escribirle. La última vez que habló con él fue cuando le dijo que por su bien (y el de su amante) se tomara el mes que pidió.

Too different [ChanBaek]✔️Where stories live. Discover now