Insistir sin desistir

122 17 2
                                    

¿Qué tal si insistimos sin desistir?

Hoy en día suele sucederme esto. Tengo una necesidad y suelo exponerla ante Dios solo una vez, olvidándome de ella hasta que vuelve a presentarse.

Tarde un tiempo en comprender que una oración no es suficiente. Las necesidades no se exponen solo una vez, hay que ser constantes.

En Jeremías 33:3 dice:

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

El hecho de clamar no significa solamente orar constantemente, sino de insistir sin desistir.

Pongamos de ejemplo un niño pequeño. Cuando un niño quiere que le compren algo lo que hace es insistirle a su padre mientras aún están en la tienda, para que se lo compre. Muchas veces por amor, el padre se lo concede. De ese mismo modo nosotros debemos de insistir.

Si el pequeño lo hubiera pedido solo una vez, el padre no se lo hubiera concedido aunque lo amara. Sin embargo, hay casos donde por más que el pequeño insista, el padre no se lo concederá, porque él sabe que no es algo que beneficie a su hijo.

De igual forma Dios concede y no concede nuestras oraciones, y en caso de que este último suceda, no debe ser motivo para dejar de amarle. 

Está bien que insistamos sin desistir, como el lorito de la imagen que repite una y otra vez lo mismo. Pero no nos desanimemos cuando insistamos y el Señor no nos conceda lo que pedimos, porque en medio de todo, Dios conoce que nos beneficia y que no, incluso que podemos soportar y llevar con nosotros.

Insiste con amor y respeto, y Él responderá conforme a su voluntad. Recuerda, si tú clamas, el Señor responde y enseña.

Levantando mi Fe ©Where stories live. Discover now