2 | En el proceso confiaré

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¡Hola! Ahora que sabemos que los procesos son necesarios me gustaría saber cómo actúas ante ellos, pregúntate esto por un momento... ¿Qué es lo primero que haces cuando el proceso viene a ti? ¿Hablas con Dios o te ocultas de él por un momento?

En tiempos difíciles, solo eres tú, el proceso y Dios, nadie más, pero como seres humanos solemos agregar "cosas externas". Cuando estas en un proceso es muy fácil permitir que las cosas externas entren a darte una "ayudadita", pero esta ayuda solo hace que el proceso se extienda.

Puede que nos desviemos con esas "cosas externas", las cuales por ejemplo pueden ser: una canción, un libro, una película o un pasatiempo que puede ayudarte a salir adelante pero que a su vez te alejan de Dios durante el proceso.

No me refiero a que leer, ver una película o tener un pasatiempo sea malo, puedes hacerlo con toda libertad. Me refiero a que si esas cosas te alejan de Dios y no te permiten confiar en él durante el proceso, no están bien, porque esas cosas externas te están desviando y ahí es donde se crea la justificación, por ejemplo...

"Señor estoy pasando por un proceso de enfermedad, y eso hizo que comenzara a escuchar tal tipo de música, porque me anima y me hace sentir mejor." Pero, en realidad la música no te está edificando ya que su letra quizá no sea la adecuada. Y así como esa justificación pueden haber muchas más, que solo te desvían de poner tu confianza en Dios.

¿Cuál debería ser tu refugio? Dios; pero como la música te anima y te hace sentir mejor, ¿Cuál está siendo tu refugio? La música.

Ahí es donde nos justificamos porque el proceso nos hace ver aquellas cosas externas más grande que nuestro Dios, y no es así. Olvidamos que le pertenecemos a Dios y eso solo baja nuestras defensas espirituales.

El Salmo 46:1 dice:

Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Necesitamos comprender que en medio del proceso aún podemos confiar, recordando que Dios es más grande que cual cosa externa que pueda llegar a nuestra vida y que aunque en ese momento tu corazón se sienta vacío Dios va a llenarlo y te ayudara a superar aquel proceso.

No endurezcas tu corazón, el proceso va a terminar y Dios va a estar contigo en todo momento.

Quiero mencionar que superar los procesos no es una competencia. Si tú superas una prueba antes que tu prójimo o bien, si tu prójimo supera una prueba antes que tú, no debe ser motivo de competición.

No te sientas mal si tu prójimo ya superó la prueba que tú aun estas pasando ni creas que eres superior por haber superado una prueba que tu prójimo aún no. Quiero resaltar eso porque Dios tiene un propósito diferente para cada uno de nosotros, por ello los procesos para cada uno serán diferentes y el hecho de superarlos es algo personal, entre tú y Dios, no es algo por lo cual vayas ganar un premio que los demás no.

Que tu enfoque no sea superar más procesos que los demás, sino que sea lograr superarlos aun confiando en Dios, sin ninguna cosa externa que te aleje de él y sin ninguna justificación.

Aprecia tu proceso, no te ocultes de Dios a causa del dolor que puedas sentir.

¡Bendiciones!

Levantando mi Fe ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora