Transformación de barro, no de carne.

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¿Qué sucede si te digo que hay alguien que te ama y quiere transformarte, aún con tus imperfecciones, Me creerías?

Se que muchas veces queremos cambiar cosas de nosotros, puede ser el carácter, nuestro vocabulario, forma de ser, etc. Y esta bien, pero nuestro primer error es querer cambiar solos.

Todos en algún momento necesitamos de alguien que sea nuestra fuerza/motivación/consejero. ¿Sabías que Dios es el indicado para ese cargo?

Como humanos todos fallamos, todos tenemos cosas por corregir, pero corregirlas por nuestra propia cuenta puede llegar a ser agotador, provocando que nos quedemos en el mismo lugar una y otras vez. ¿Te parece si comenzamos a dejar que Dios nos ayude?

Él te acepta tal y como eres; si, con tu carácter, tus ojos, tu cuerpo, tu piel y en especial con tu corazón. Y talvez te preguntes.. ¿Porque me acepta si soy imperfecto?

Justamente por eso, él quiere trabajar sobre tu vida y transformarla, y cuando el trabaja hace transformaciones completas, recuerda que él es nuestro alfarero y mejores manos que las suyas ningunas.

Deja que Dios trabaje en ti, en tu carácter, en tu corazón, en todo aquello que hoy sientas que se esta yendo de tus manos. No cargues solo con aquello que lastima tu corazón, que te limita a amarte a ti mismo, no tienes porque caminar solo. Dios quiere mostrarte que el mundo puede atacarte pero él esta con los brazos abiertos listo para cubrirte de todo mal y curar cada herida que el mundo haya hecho en ti. Por favor no camines solo.

Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.

Isaías 64:8

El quiere hacer de ti su mejor obra de barro! Diferente a las demás, única y amada. Deja que él sea tu alfarero y transforme todo lo que sea necesario. No tienes que cambiar todo, el te mostrará que necesita transformación.. que necesita un poco más o un poco menos de barro. ¡Él te moldeará con amor!

Vive una transformación de barro, donde Dios te moldee e instruya, no una transformación de carne donde nosotros mismos nos amoldamos e instruimos.

¡Bendiciones!

Levantando mi Fe ©Where stories live. Discover now