🦋Cap.8: Una decision dificil🦋

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-Definitivamente ni Inosuke ni yo volveremos a la organización-

Las palabras salidas de la boca de la mariposa ojimorada golpearon con la fuerza de un huracán a los presentes, se veía muy segura con sus palabras, pero aun así era difícil de creer que alguien como ella o su hermano se rindieran tan fácilmente y sin dar pelea alguna ante la creciente amenaza, en el tiempo que llevaban conociéndose entre todos, no era algo que harían nunca, ni bajo ninguna circunstancia, además de que el veredicto final había sido tomado y anunciado demasiado pronto, no había transcurrido ni siquiera un día desde la propuesta del patrón, y ya la estaban denegando.

-¿¡¿¡¿QUE?!?!?- gritaron al unísono con la coordinación que tanto los caracterizo en batalla los presentes en la habitación, desde el más tranquilo, hasta el más estridente de los asistentes.

-¿Podrían dejar de hacer eso de decir todos lo mismo al mismo tiempo?, empiezan a asustarme- admitió con calma la espadachín de la flor, actuando como si su anterior declaración no tuviera mayor repercusión, o directamente no importara mucho.

-perdón, Kanao- se disculpó en nombre todos el joven Kamado –Pero, ¿no crees que es demasiado pronto para tomar una decisión tan drástica?- le puso en duda -después de todo, han pasado a lo mucho unas siete horas, y no veo que Inosuke esté tan convencido como tú-.

-¿mhm?- murmuro en tono de duda la de puntas rosadas cual topas de verano –estoy en mi derecho de tomar las decisiones que considere necesarias sin importar el lapso de tiempo, Tanjiro. Además, Inosuke está completamente de acuerdo, nunca tomaría una decisión así de importante sin consultarle antes, ¿no es así, Inosuke?-.

-Sí, así es, yo accedí- admitió el joven jabalí en respuesta a el cuestionamiento que le realizo su hermana -......... ¿Kanao nee-san exactamente a qué accedí?-.

-¿ves?- le pregunto sarcásticamente el ex pilar del viento –él ni siquiera te estaba poniendo atención, no estaba enterado de tu decisión, ¡el dejar el cuerpo de cazadores de demonios lo decidiste tú sola!-.

-¿¡¿¡¿QUE QUE?!?!?- exclamo el de ojos verdes con sorpresa e incredulidad en su tono y mirar -¿¡¿COMO QUE VAMOS A DEJAR EL CUERPO DE CAZADORES DE DEMONIOS?!?- discutió aun sin poder creerlo, y por lo visto, teniendo un poco de conocimiento de que no tenía voto en esta decisión –¿¡¿PE.....PERO PORQUE?!?-.

-Inosuke, ¿te molestaría acompañarme un segundo?, necesito discutir algo muy importante contigo, en privado, antes de que sigas con tu berrinche- le hizo saber la callada pelinegra, pronunciando pausada y golpeadamente, con una sonrisa sádica pero bella pintada en su rostro, desprendiendo veneno en sus palabras como nunca nadie le había visto hacer más allá de las peleas y los combates, sonaba irritada, pero sobretodo, preocupada. Subsiguientemente se levantó lentamente del tatami en el que se encontraban conversando y se encamino a la puerta, para después abrirla y quedarse en ella esperando una respuesta.

-Esta....bien, ya voy, pero más te vale explicarme que mierda está pasando- accedió, con recelo el de cabello negro con terminaciones azules, él tampoco le veía así muy a menudo, esa manera de actuar con pasivo-agresivismo, acompañada de un mirar fríamente calculador, y una sonrisa suavemente severa en sus labios, hacía que le temblara desde la punta de los pies hasta el más fino de sus cabellos. No podía evitar que le recordara a Shinobu, era el mismo comportamiento, y exactamente el mismo resultado.

Posterior al fugaz análisis que su cabeza fue capaz de realizar en un pequeño lapso de pocos segundos, se levantó rápidamente y siguió el camino que ya había sido realizado por la mayor de las mariposas, y una vez se encontró en la misma posición, ella cerró la puerta detrás de ambos y se dirigió al jardín de la mansión, gesto que el menor de ambos tomo como una orden de seguirle. En realidad temía alejarse del grupo, Kanao solía ser una persona muy calmada en la mayoría de los casos, pero una vez enojada, daba más miedo que el más poderoso de los demonios, de verdad le asustaba la idea de que nadie pudiese escuchar sus gritos de ayuda debido a la distancia, y entre más lejos, menos le podrían ayudar en caso de que la ojimorada planeara lastimarle. Probablemente la portadora de la respiración de la flor no planeaba hacerle daño, regañarlo ni algo por el estilo, a lo mejor solo quería conversar con él sin la presencia de los demás, pero aun así, cabía la posibilidad de que esos fueran los últimos minutos del rey de la montaña.

🦋🌸🐗🦋Las Promesas De La Finca Mariposa🦋🐗🌸🦋Where stories live. Discover now