🦋Cap.18: Una conversación más que necesaria🦋

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Era un cálido anochecer de finales de primavera, el olor a lavanda y glicina se filtraba por los rincones de la finca mariposa sin dejar ni el más pequeño rincón, bañando la morada con su agradable aroma, el grillar de los saltamontes se hacía más presente en la estancia a medida que el sol caía lentamente, ocultándose entre las montañas para dar lugar a la luna, iluminando con sus leves y blancos destellos un cielo estrellado, desvaneciendo con su luz cualquier rastro de amarillento brillo que pudo dejar el día, dando paso a que la oscuridad se apoderara de la escena, dejando como únicos testigos a las estrellas y a las bellas mariposas, las cuales dejaban ver sus preciosas alas con su tenue volar.

No había transcurrido más de un día desde que el cumpleaños de la pilar de la flor tomo lugar en el recinto, celebración en la cual hubo tanto dicha como interacciones, nuevas amistades, y vínculos que perdurarían y se extenderían por decenas de años. Sin embargo, la nueva etapa que la pelirroja fue capaz de comenzar gracias a aquella reunión, no era razón suficiente para olvidar las palabras que la fallecida pilar del insecto le había dirigido antes de desaparecer por completo entre la brisa de la noche.

-¡Ven mañana después del atardecer!, ¡no lo olvides!-

Recordaba vívidamente las palabras, seguían frescas en su mente, corriendo por la misma y dejando libres cientos de pensamientos acerca de aquella orden, ¿con que motivos necesitaría que volviese?, sus palabras habían sido más que suficiente para alentarla a socializar con los invitados de la fiesta, entregar s regalo y no ocultarse como siempre lo había hecho, ¿Qué más necesitaría decirle?

No obstante y a pesar de sus dudas, allí se encontraba, dirigiéndose al porche para la hora del nuevo encuentro. Al ser relativamente tarde, no tenía permitido salir al exterior de la mansión, principalmente debido a avistamientos de demonios, con técnicas que podrían hacerlos inmunes a las glicinas que cubrían el recinto, si cualquiera de la familia la viese, era seguro que la entraría a rastras de vuelta a la morada. Por ende, encontró más practico escabullirse por la ventana, en lugar se escabullirse por la sala y arriesgarse a ser vista por algún cazador, y en el peor de los casos, los propios residentes. Nunca había sido el tipo de persona que rompía las reglas, mucho menos impuestas por sus hermanos, no obstante, la orden de regresar se la habían dado primero, era lo menos que podía hacer teniendo en cuenta la ayuda que había recibido previamente, sin mencionar que la duda la carcomía por dentro, llenando cada pequeña parte de su ser con el enorme deseo de presentarse al jardín.

Una vez en e jardín, se aseguró de que no hubiese nadie más que los pequeños insectos que aleteaban, no quería ser descubierta bajo ninguna circunstancia, era más que obvio que no la regañarían, pero la idea de decepcionarlos le mataba por dentro. Se sentó en as escaleras de madera, apreciando las pequeñas mariposas, en la luz de la noche, parecía que sus alas eran incluso más hermosas.

-¿Que se supone que haga ahora?- se preguntó a sí misma, observando la escena con demasiado cuidado –la primera vez que me encontré con Shinobu-san no había nadie...nadie más que...- pensó brevemente –una mariposa-.

Ojeo rápidamente a los pequeños insectos, buscando entre las mismas alguna de color lila glicina con destellos azul cielo; no solo no fue capaz de hallar ninguna, si no que cualquiera que tuviese un tono similar no se le acercaban ni por asomo, cuando se suponía que al igual que la de la noche anterior, debían mostrar interés en ella.

Por el contrario, fue capaz de notar a una mariposa de destellos rosáceos cual rosa veraniega, con reflejos verdes igual que las hojas que volvían a nacer en los árboles en primavera; el pequeño animal parecía sumamente encaprichado con ella, revoloteando sobre su cabeza con insistencia, rondando sus manos para que la dejase posarse. Aquella no podía ser la ojimorada, sin embargo, aquel comportamiento no podía ser normal en un animal como ese. Al entender lo que la mariposa intentaba comunicarle, levanto con delicadeza su dedo índice, dejando que descansara en su mano.

🦋🌸🐗🦋Las Promesas De La Finca Mariposa🦋🐗🌸🦋Where stories live. Discover now