🦋🌸🐗🦋Las Promesas De La Finca Mariposa🦋🐗🌸🦋

🦋Cap.26: La ultima esperanza de salvarla🦋

Nota: Se que si vienen leyendo de corrido vienen con un mal sabor de boca. Pues preparense, ¡que va para peor!, jaja, ¡solo bromeo!, ¡ahora si!. ¡con el segmento musical!:

Para más ambientación, busquen, Love is gone de Slander: 1 hour y dejenla correr hasta el final del capítulo <3 (si se toman la molestia de leer a letra igualq ue con As the world caves in y las anteriores canciones que les eh puesto, mirenla como una conversacion dentro de lo que cabe <3)

Si no la encuentran, les dejo el link:

Ahora sí, ¡Comencemos!

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Volvimos al comienzo. El ciclo al que tanto temía volvía a repetirse. Volvía a perderlo todo de nuevo

Y la misma pregunta. La que había conseguido callar hace ya mucho. De la que parecía no tener memoria, la que vivía enjaulada en su salón de la vergüenza parecía haber encontrado la llave de su infalible celda para volver a atormentarle años después, con la misma maldita cuestión, el mismo maldito reproche.

-¿porque no fui lo suficientemente fuerte para protegerla?-

El remordimiento era exactamente el mismo. Con la misma intensidad, el mismo sentimiento de culpa que te deja un sabor amargo como la hiel en la boca. El mismo que hace de tu garganta un nudo del cual no pueden salir palabras más allá del arrepentimiento. Aquel que no te deja dormir. El que te mantiene despierto, echándotele en cara de la manera más cruda posible que, nuevamente, todo había sido culpa suya.

Era gracias a esa horrenda sensación que no había pegado el ojo en toda la noche. Llego a un punto en el cual sus gritos de pánico fueron lo suficientemente fuertes como para que fuese necesario sacarle de la habitación de igual manera que a las menores. No obstante, permaneció toda la noche e incluso después de que los rayos del sol se asomasen, recostando la espalda contra la puerta de la habitación. Esperando esa salida que jamás iba a llegar. Sabía lo que había pasado, por más de los esfuerzos médicos, era completamente consiente de la verdad. Por más de que intentara negarlo ocultando su cara de dolor y derrota entre las piernas, por más de que su corazón le gritaba que no podía ser verdad, que de serlo no lo resistiría, él lo sabía. Kanao había muerto. Y él no había podido salvarla.

No pudo darse cuenta del momento en el que se quedó sin lágrimas y los sollozos dejaron de escaparse de su garganta. Ya no le interesaba en lo más mínimo. Solamente quería correr e irse lejos. Quería morirse también. Quería que todo terminase de una vez y pudiese estar de nuevo con ella, con ellas. Quería recuperar todo lo que había perdido. Todo lo que no pudo salvar, todo lo que los malditos demonios le habían quitado. Pero no podía. ¿Acaso no solo a Douma le daba placer ver el dolor en sus ojos?, por supuesto que no. Al final del día todos los demonios sin excepción alguna son iguales: despiadados y desalmados. No representaba para ellos un problema arrebatarle de las manos lo que representaba el ultimo rayo de luz que tenía en su dura realidad. No les molestaba con tal de satisfacer sus egoístas deseos. No podía evitar apretar la mandíbula de solo pensar que el hijo de puta que acababa de quitarle todo otra vez había escapado. Respiraba, caminaba, tal vez incluso reía. Él vivía, y su hermana no. ¿Qué injusticia más grande que esa?

Le resultaba tan miserable el cómo todo por lo que había trabajado. Todo su esfuerzo y sacrificio, todo lo que habían dado de si, todos los recuerdos, todos los momentos, todas las promesas, como todo iba a templar a la basura como si no significase nada. Todo se había acabado y ni siquiera vio el momento en el que ocurrió. Todo se derrumbó tan sencillo como una casa de naipes. Era como si el legado, el imperio que habían construido juntos hubiera sido compuesto sobre un fino cristal. Un detalle que ninguno de los dos noto, y cuando lo hicieron ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto.